Más de 130 líderes mundiales se preparan para la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, donde los apremiantes problemas globales, incluyendo los conflictos en Gaza y Ucrania, ocuparán un lugar central.
La asamblea, que dará comienzo la semana próxima, llega en un momento en que la comunidad internacional se enfrenta al lento avance en la resolución de estas guerras y a los desafíos adicionales planteados por el cambio climático y las emergencias humanitarias.
Se prevé que la Asamblea General anual de la ONU, epicentro del compromiso diplomático, se vea ensombrecida por el conflicto entre Israel y los militantes palestinos de Hamas en la Franja de Gaza, así como por la guerra de Rusia en Ucrania. Richard Gowan, director de la ONU en el International Crisis Group, ha expresado su escepticismo sobre la probabilidad de lograr acuerdos de paz durante la asamblea.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, manifestó recientemente su preocupación por la falta de resoluciones pacíficas para las situaciones en Gaza y Ucrania. El conflicto de Gaza, que estalló tras un ataque de Hamas contra civiles israelíes el 07.10.2023, no ha visto un alto el fuego a pesar de los esfuerzos de mediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar. El número de víctimas mortales en Gaza ha alcanzado ya las 41.000, nueve meses después de que la Asamblea General de la ONU exigiera una tregua humanitaria.
Se espera que el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el Presidente palestino, Mahmoud Abbas, se dirijan a la asamblea el 26.09.2023. Sus discursos se producen en medio de crecientes temores de que el conflicto de Gaza se extienda a Oriente Medio, especialmente después de que Hezbollah acusara a Israel de iniciar ataques mortales, una acusación que Israel no ha abordado.
La Asamblea General también se desarrolla en el contexto de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, donde el expresidente Donald Trump desafía a la vicepresidenta Kamala Harris. Las elecciones, programadas para el 05.11.2023, están generando especulaciones entre los diplomáticos sobre posibles cambios en el compromiso de Estados Unidos con la ONU.
La asamblea de este año incluirá eventos paralelos que abordarán la guerra y la crisis humanitaria en Sudán, los esfuerzos para ayudar a Haití a combatir la violencia de las pandillas y la supresión de los derechos de las mujeres por parte de los talibanes en Afganistán. Guterres, quien bromeó sobre sus propias limitaciones como Secretario General, enfatizó su capacidad para alzar su voz y convocar a individuos para abordar problemas globales.
También se espera que se discuta la participación de Irán en los conflictos de Oriente Medio y su apoyo a la guerra de Rusia en Ucrania. El nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, tiene previsto intervenir en la ONU el martes, centrándose en la construcción de confianza y la desescalada, al tiempo que afirma el derecho de Irán a responder a las acciones israelíes si fuera necesario.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, que asiste a la asamblea por tercera vez desde la invasión rusa, planea presentar una estrategia diplomática para poner fin a la guerra al presidente estadounidense Joe Biden y a sus posibles sucesores. Zelenskiy tiene previsto dirigirse a la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Ucrania el martes y a la Asamblea General el miércoles.
Aunque el presidente ruso Vladimir Putin no ha asistido a la asamblea en persona desde 2015, está previsto que el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se dirija a la Asamblea General el 28.09.2023.
Reuters contribuyó a este artículo.
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