Washington, 9 jul (EFE).- La justicia estadounidense despejó hoy
el ultimo de los obstáculos para que la "Nueva GM" comience a andar,
lo que evitará la liquidación del que durante décadas fue el mayor
fabricante de automóviles del mundo.
En concreto, el juez Lewis Kaplan, del Tribunal de Distrito de
Nueva York, rechazó una apelación en contra de la venta de los
activos de General Motors (GM) a la "Nueva GM", lo que permitirá que
el fabricante de automóviles salga de la quiebra en las próximas
horas, según fuentes judiciales.
El presidente de General Motors, Fritz Henderson, tiene previsto
anunciar mañana a las 09.00 hora local (13.00 GMT), desde Detroit,
el nacimiento de la nueva compañía, que se denominará General Motors
Company (GMC).
El lunes, Henderson escribió en su blog que espera que "la venta
se cierre lo antes posible después de que el proceso de apelación ha
sido completado a finales de esta semana y que la nueva GM sea
operacional y totalmente competitiva".
"Ahora los arreglos están casi terminados y estamos llevando a la
compañía de vuelta al camino de la viabilidad y el éxito. Estamos
listos para el desafío y preparados para montar (automóviles) tan
rápido como podamos", añadió el directivo.
La "Nueva GM" será una compañía híbrida, como los vehículos con
los que Henderson espera reconquistar el mercado estadounidense en
los próximos años tras lustros en los que General Motors basó toda
su estrategia en grandes vehículos que consumían enormes cantidades
de combustible.
General Motors Company estará controlada por el Gobierno
estadounidense a través de la participación del 60,8 por ciento de
la empresa, mientras que las autoridades canadienses poseerán otro
11,7 por ciento.
Estas participaciones son consecuencia directa de los alrededor
de 60.000 millones que los dos países habrán facilitado en conjunto
al fabricante de automóviles en todo el proceso de reestructuración.
Además, el sindicato United Auto Workers (UAW) poseerá un 17,5
por ciento, y los acreedores de GM, el 10 por ciento restante. Estos
dos grupos podrán aumentar posteriormente su participación, a un 20
y un 25 por ciento, respectivamente.
A pesar de su posición mayoritaria en el capital de GMC,
Washington ya ha señalado que no piensa inmiscuirse en la gestión
del fabricante de automóviles y que tan pronto como sea posible (lo
que se podría producir en el 2010) saldrá de la empresa.
General Motors Company también será una firma mucho más pequeña
que su antecesora, tras la eliminación de decenas de miles de
puestos de trabajo, el cierre de decenas de plantas de producción y
2.500 concesionarios en EE.UU. y la eliminación de cuatro de sus
ocho marcas de automóviles.
Para garantizar la supervivencia de la "Nueva GM", Henderson se
ha tenido que desprender de la sueca Saab, Saturn, Hummer y Pontiac.
Mientras, en Europa siguen las negociaciones para la venta de una
participación mayoritaria de Opel.
El principal activo de GMC será la marca Chevrolet, la de mayor
ventas en Estados Unidos y que producirá el próximo año el modelo
Volt, un auto eléctrico con el que confía revolucionar el sector del
automóvil mundial.
Además de Chevrolet, la nueva empresa estará formada por las
marcas Cadillac, Buick y GMC.
La rápida salida de la quiebra de General Motors (el fabricante
se declaró en bancarrota el 1 de junio mientras que su antigua
subsidiaria Delphi está en quiebra desde octubre del 2005) es un
triunfo para la administración del presidente estadounidense, Barack
Obama.
El Grupo Presidencial del Automóvil (GPA), formado por Obama para
supervisar la reestructuración del sector, apostó que el futuro de
GM, así como el de Chrysler, pasaba por una rápida reestructuración
bajo la supervisión de los tribunales, una opción a la que se opuso
el antiguo presidente de la compañía, Rick Wagoner.
Tras sólo 39 días en quiebra, GMC ha emergido de las cenizas de
la antigua General Motors para alivio de Henderson y la
administración Obama gracias a que el juez Robert Gerber, del
Tribunal de Quiebras de Nueva York, aceptó todas las peticiones del
Gobierno y la empresa.
Al autorizar la venta de los activos rentables de GM a GMC,
Gerber razonó que la empresa "no puede sobrevivir con continuadas
pérdidas y la falta de liquidez asociada y sin la financiación
gubernamental que expirará en unos días".
"Y no hay opciones a esta venta, especialmente una basada en la
noción de que la compañía podría sobrevivir el proceso de
negociaciones y litigios", dijo el juez. EFE
jcr/pgp/pa