Fráncfort, 4 jun (EFE).- El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo
hoy inalterados los tipos de interés en la eurozona, confirmó la
compra de hasta 60.000 millones de euros en cédulas hipotecarias y
territoriales para apoyar el crédito y revisó a la baja sus
previsiones de crecimiento para el segundo semestre del año y 2010.
Respecto a los tipos, el presidente del BCE, Jean Claude Trichet,
dijo en la rueda de prensa posterior a la reunión de consejo de
gobierno celebrada en Fráncfort que son "apropiados", aunque no
descartó recortes futuros pues "no se ha decidido que ya estemos en
el nivel mínimo".
La tasa rectora para las principales operaciones de
refinanciación en la eurozona está, tras el recorte de 25 puntos
básicos aplicado en mayo, en el 1 por ciento.
El BCE también dejó inalterada la facilidad marginal de crédito
por la que presta dinero a los bancos, en el 1,75 por ciento, y la
facilidad de depósito, que sigue en el 0,25 por ciento.
La única novedad en política monetaria que hoy proporcionó BCE a
los mercados financieros, que ya contaban con que no habría cambios
en los tipos, fueron los detalles técnicos del programa de compra de
cédulas hipotecarias y territoriales anunciado en mayo.
El BCE precisó que las compras, por un monto total de 60.000
millones de euros, se distribuirán en la eurozona, comenzarán en
julio y se completarán, como muy tarde, en enero de 2010.
Las adquisición será en paquetes por un volumen de 500 millones
de euros o más, pero en ningún caso menor de 100 millones, y se
realizará en el mercado primario, si se trata de cédulas de nueva
emisión, o en el secundario, si se refiere a las ya existentes.
No hay decisión por el momento sobre el porcentaje a adquirir en
cada mercado y en consecuencia en que medida pondrá el BCE en marcha
la máquina de hacer dinero.
Trichet destacó que las cédulas deberán tener una calidad AA o
equivalente en alguna de las principales agencias de calificación
-Fitch, Moody's, S&P o DBRS- y en ningún caso menos de BBB-Baa3.
El presidente del BCE aseguró que el consejo de gobierno tomó la
decisión por unanimidad, sin presiones y en plena independencia.
La coletilla de Trichet y no fue la única, responde a unas
declaraciones de la canciller alemana, Angela Merkel, en las que
cuestiona con insólita claridad la independencia de BCE.
"Observo con alto grado de escepticismo la extensión de los
poderes de la Reserva Federal de Estados Unidos y del Banco de
Inglaterra; incluso el Banco Central Europeo se ha plegado de alguna
manera a las presiones internacionales", dijo Merkel, contraria a
las medidas "no convencionales" que aplica y se dispone a aplicar el
BCE para paliar los efectos de la crisis.
Trichet reveló hoy que el miércoles habló por teléfono con la
canciller y que ésta no sólo reconoció la independencia del BCE sino
que dio por sabido que sus decisiones son independientes.
Más sobria fue su expresión al informar de los resultados del
último análisis económico, que obligó al BCE a revisar drásticamente
a la baja las previsiones de crecimiento para 2009 y 2010.
El BCE pronostica ahora una contracción del Producto Interior
Bruto (PIB) para la zona del euro en 2009 de entre el 5,1 y el 4,1
por ciento, frente a la media del 2,7 por ciento previsto en marzo.
El BCE pronosticó en marzo un estancamiento de la actividad
económica en la eurozona en 2010 y ahora considera que se situará
entre el menos 1 por ciento y el 0,4 por ciento.
Además, el BCE revisó a la baja sus pronósticos de inflación
debido a la debilidad de la actividad económica y la caída de los
precios de las materias primas.
El BCE prevé una tasa de inflación para 2009 de entre el 0,1 y el
0,5 por ciento y de entre el 0,6 y el 1,4 por ciento en 2010.
En marzo, la autoridad monetaria europea había previsto una tasa
de inflación en 2009 media del 0,4 por ciento.
El BCE considera que actualmente hay estabilidad de precios a
medio plazo, lo que define como una tasa de inflación cercana pero
siempre por debajo de 2 por ciento.
Trichet se mostró confiado en que la economía de la zona del euro
presentará tasas de crecimiento positivas a partir de mediados de
2010 y consideró la posibilidad de bajar más los tipos si es
necesario, pero afirmó que el nivel actual es adecuado de momento.
EFE
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