Shanghái (China), 27 feb (EFE).- Argentina está empezando a buscar en China un mercado y potenciales aliados comerciales para la explotación conjunta de sus avances científicos en biotecnología, junto con empresas o entidades del gigante asiático, con su primera misión conjunta público-privada de este tipo al país oriental.
Según explicó hoy a Efe el doctor Faustino Siñeriz, director del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET), siete empresas que "han mejorado su capacidad productiva con la incorporación de conocimiento" de la mano del CONICET integran esta misión a Cantón, Shenzhen, Shanghái y Pekín.
En todas estas ciudades chinas se están entrevistando con al menos 150 empresas y potenciales socios locales, según estimó el cónsul general de Argentina en Shanghái, Francisco Ferro, así como con entidades vinculadas con la Academia China de Ciencias y con entidades locales de agricultura, comercio, tecnología y patentes.
De la mano del CONICET y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), las firmas Tecnovinc, Gema Biotech, Over, Escuela Jardín, Berken IP, Indear y Biosidus intentan estos días establecer sus primeros contactos para su posibles negocios o alianzas en China.
"De alguna manera, no queremos seguir siendo (sólo) productores de soja y materias primas, el dinero viene por la incorporación del conocimiento a todas las cadenas de valor", aseguró Siñeriz.
Por eso ofrecen ahora a China su tecnología puntera en medicina (producción de hormonas y "proteínas recombinantes"), nuevas variedades de productos agrícolas (transgénicos, mejoramiento genético), equipamiento médico, biotecnología animal y vegetal y experiencia en patentes y convenios científicos internacionales.
Por ejemplo, las firmas argentinas que trabajan con el INTA están especializadas en la producción de variedades de soja y arroz más resistentes a las sequías y a la salinidad de los suelos, y con un ciclo de producción más corto, destacó Siñeriz.
Las firmas argentinas también tienen gran experiencia en la utilización de sistemas de cultivo y clonación de plantas con características especiales, como el aloe (de uso médico por sus propiedades cicatrizantes, por ejemplo), para su producción de manera masiva.
También están especializadas en el diseño y el uso de equipamiento agrícola de arrastre para pequeños cultivos de arroz o caña de azúcar, y en productos farmacéuticos específicos, como vacunas veterinarias que permiten el menor uso de antibióticos en la producción agropecuaria (y en China se tiende a abusar de ellos).
"Argentina no puede invertir en estos campos en China, pero sí buscar sociedades y alianzas, porque hay áreas en las que tenemos un conocimiento de punta que puede ser de beneficio mutuo, y acá hay un mercado enorme", destacó Siñeriz.
Ferro destacó que la misión marca también una "nueva etapa" en el desarrollo de las relaciones bilaterales, que acaban de cumplir 40 años, y que Argentina quisiera que pasaran de la exportación de soja y materias primas al comercio de productos con mayor valor agregado.
"China es muy importante para nosotros porque es nuestro segundo mayor exportador e importador, por detrás de Brasil, y por delante de Estados Unidos, que ocupaba tradicionalmente ese lugar", subrayó.
"Sin duda es un país al que prestamos mucha atención, tenemos mucho interés en incrementar la relación (bilateral), y como queremos avanzar en nuestras relaciones, nada mejor que celebrar el aniversario (de los lazos diplomáticos) con una misión como esta, en la que la tecnología punta es lo fundamental", concluyó Ferro. EFE