Bruselas, 21 nov (EFE).- El Reino Unido no renunciará bajo ningún concepto al llamado "cheque británico" y defenderá que el presupuesto europeo refleje la austeridad aplicada a escala nacional, según indicaron hoy fuentes diplomáticas.
El "cheque británico", una devolución anual que el país percibe de su contribución, será una de las "líneas rojas" que el primer ministro, David Cameron, mantendrá en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete que se celebra en Bruselas los días 22 y 23 de noviembre.
Según las fuentes, Londres considera que el cheque -negociado en los años 80 por Margaret Thatcher- sigue estando justificado por el reducido retorno que obtiene el país del dinero europeo.
La última propuesta del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, mantiene el "cheque", pero lo reduciría frente a su tamaño actual, según otras fuentes diplomáticas.
Otros países, como Dinamarca y Austria, también quieren tener devoluciones e incluso Italia planteó el martes pedir esa opción si otros Estados miembros se benefician de ella.
En líneas generales, Cameron mantendrá en la cumbre su postura de trasladar las medidas de austeridad aplicadas en los países a las cuentas europeas, tal y como adelantó el pasado lunes en un discurso ante la patronal británica.
Presionado por su partido para mostrarse intransigente e incluso ejercer su poder de veto, Cameron aseguró que los europeos le apoyan en la tesis de que "hay que dejar de quitarles el dinero a través del presupuesto, particularmente cuando hay tantas partes que no se gastan bien".
En este sentido, Londres considera que el plan de Van Rompuy -que reduce en unos 75.000 millones de euros la propuesta inicial de la Comisión Europea (CE)- va "en la buena línea", pero no es suficiente.
Entre otras cosas, Cameron defenderá un mayor recorte en la partida de gastos de administración y una reducción sustancial de las cantidades totales, tal y como le ha reclamado el Parlamento.
"El primer ministro está preparado para decir que no", señalaron fuentes diplomáticas, que añadieron que junto al británico hay varios líderes que llegarán a Bruselas dispuestos a vetar un acuerdo que no satisfaga sus intereses.
Otros, como España, han criticado las cifras que están sobre la mesa -que para el país supondrían una pérdida importante de fondos-, pero prefieren amenazar con el veto. EFE