Por Yawen Chen y Se Young Lee
PEKÍN (Reuters) - El Ministerio de Comercio de China acusó el jueves a Estados Unidos de ser "caprichoso" en temas de comercio bilateral y advirtió que en última instancia los intereses de los trabajadores y agricultores estadounidenses serán perjudicados.
Pekín cree que las negociaciones comerciales previas con Estados Unidos fueron constructivas, pero debido a que el Gobierno de Donald Trump se ha comportado de forma impredecible y desafiante, China ha debido responder de manera firme, dijo el portavoz del ministerio, Gao Feng.
Trump amenazó el lunes con imponer un arancel de un 10 por ciento a bienes chinos por un valor de 200.000 millones de dólares si Pekín toma represalias contra su anuncio anterior de elevar sus tarifas a importaciones por un valor de 50.000 millones de dólares.
Estados Unidos alega que China está robando propiedad intelectual estadounidense, una acusación rechazada por Pekín.
Las acusaciones de Washington de transferencias forzosas de tecnología son una distorsión de la realidad, y China está totalmente preparada para responder con herramientas "cuantitativas" y "cualitativas" si Estados Unidos publica una nueva lista de aranceles, dijo Gao.
China podría apuntar a las firmas estadounidenses que cotizan en el Promedio Industrial Dow Jones si Trump sigue incrementando las tensiones con Pekín por sus prácticas comerciales, dijo el diario chino Global Times el jueves.
El Dow Jones, donde cotizan empresas como Boeing (NYSE:BA) Co y Nike Inc (NYSE:NKE), bajó un 0,17 por ciento el miércoles y acumula un retroceso de 0,25 por ciento en lo que va de este año. En contraste, el índice referencial Shanghai Composite de China ha retrocedido 13,1 por ciento en lo que va de 2018.
"Es profundamente lamentable que Estados Unidos haya sido caprichoso, escalando las tensiones y provocando una guerra comercial", dijo Gao. "Estados Unidos está acostumbrado a imponerse por la fuerza en las negociaciones, pero esta estrategia no aplica para China", aseveró.
El asesor de comercio de la Casa Blanca, Peter Navarro, que considera a China como una potencia económica y militar hostil, dijo el martes que las acciones de Trump eran una defensa necesaria para proteger los intereses de Estados Unidos.
Ninguno de los esfuerzos del Gobierno estadounidense por negociar con Pekín han resultado en un cambio de las políticas comerciales "depredadoras" de China, sostuvo Navarro.
Una guerra comercial entre ambos países podría interrumpir las cadenas de suministro globales para las industrias automotriz y de tecnología, sectores que dependen en gran medida de componentes subcontratados, y descarrilar el crecimiento mundial.
(Reporte de Se Young Lee y Yawen Chen; Escrito por Ryan Woo. Editado en Español por Ricardo Figueroa y Carlos Aliaga)