Praga, 28 ene (EFE).- Eslovaquia y Hungría suscribieron hoy en Bratislava un acuerdo internacional para construir, explotar y mantener un gasoducto entre ambos países, que forma parte de una nueva red gasística que unirá el Mar Adriático con el Báltico.
El ambicioso proyecto de corredor norte-sur une la terminal LNG de Croacia en el Mar Adriático, con Polonia, en el Mar Báltico, y recorre todos los países del Grupo de Visegrado (República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia).
La Unión Europea considera este proyecto como estratégico y apoyará su construcción en el marco del Programa Energético Europeo de Construcción con un importe de 30 millones de euros.
La iniciativa arrancará este año con un primer estudio del proyecto, de cuyo resultado dependerá la fecha del inicio de las obras, informó la prensa eslovaca.
El eslabón eslovaco, que tendrá 115 kilómetros, servirá para diversificar las fuentes de gas natural para el país centroeuropeo, que ha afrontado numerosas crisis de abastecimiento por el conflicto de precios del gas ruso entre Moscú y Kiev.
"Este acuerdo implica una independencia de nuestro sistema energético y la seguridad energética de la Unión Europea", valoró tras la firma la primer ministra eslovaca, Iveta Radicova.
"Seguiremos esta política, y firmaremos acuerdos con Polonia para lograr esta unión Norte-Sur", añadió en presencia del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán.
Radicova señaló que ahora le toca el turno a las redes de electricidad.
"Queremos unir las redes de electricidad, porque es un objetivo estratégico de Eslovaquia", afirmó.
Su homólogo Órban también se refirió a que deberían unirse también las redes de oleoductos de ambos países. EFE