Laura Serrano-Conde
Roma, 27 feb (.).- El Gobierno italiano afronta en los últimos días presiones de la oposición y de la patronal para que modifique sus Presupuestos de 2019 y aplique recortes, lo que ha provocado tensiones en el Ejecutivo que incluso han llevado al Movimiento Cinco Estrellas (M5S) a sugerir al ministro de Economía que dimita.
"No hay necesidad de modificar los Presupuestos y creo que esta es la opinión compartida por todo el Ejecutivo", ha dejado claro el líder del M5S, Luigi Di Maio.
El Ejecutivo italiano sigue defendiendo que sus cuentas para este año permitirán al país crecer un 1 % y por eso argumenta que no aprobará medidas correctivas que pongan freno al gasto público.
Pero les está resultando difícil seguir adelante con este mantra en un país que está en recesión técnica, especialmente cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dicho que Italia crecerá un 0,6 % en 2019 y la Comisión Europea, que es aún más demoledora, estima que solo lo hará un 0,2 %.
De hecho, este miércoles Italia ha sufrido un nuevo mazazo procedente de Bruselas, después de que el vicepresidente de la CE para el Euro, Valdis Dombrovskis, haya admitido preocupación "por el hecho de que la deuda pública -que supera el 130 % del producto interior bruto (PIB)- no vaya a descender notablemente en los próximos años".
Y ha opinado que el Gobierno italiano ha dado "algún paso atrás" con la aprobación de políticas como la reforma del sistema de pensiones, caballo de batalla de la Liga.
Italia va a seguir bajo la lupa de Bruselas y el ministro de Economía, Giovanni Tria, ya ha reconocido una evidencia, que se necesitan recursos para implementar todas las medidas expansivas contempladas por las dos formaciones en los Presupuestos Generales de 2019.
El problema es de dónde sacarlos. Una opción podría ser aumentar el IVA, pero ni el M5S ni la Liga están dispuestos y Tria ha tenido que salir hoy al paso para negar los rumores que apuntan incesantemente a esta dirección: "Nunca he hablado de incrementar el IVA", dijo en un comunicado.
Momentos después el ministro de Políticas Agrícolas y miembro de la Liga, Gian Marco Centinaio, consideraba "una locura" plantear siquiera esta hipótesis.
El presidente de la patronal, Vicenzo Boccia, ha declarado en los últimos días que la solución para impulsar la economía es "fomentar la inversión y acelerar el desarrollo", pero "sin elevar el déficit", como ha hecho el actual Gobierno.
Y es que el Ejecutivo anterior del Partido Demócrata (PD, centroizquierda) había previsto un déficit para 2019 del 0,8 %, pero el Cinco Estrellas y la Liga lo han dejado en el 2,04 %.
"La corrección en los Presupuestos solo podrá evitarse si se frena la actual ralentización económica", avisó Boccia.
El candidato a la Secretaría General del PD, Maurizio Martina, también ha cargado contra el Ejecutivo porque "está despilfarrando dinero público solo por su ansia de propaganda".
Esta presión se está traduciendo en tensiones palpables en el Ejecutivo y el subsecretario para la Presidencia del Gobierno Giancarlo Giorgetti, miembro de la Liga, ha tenido que admitir que aprobar nuevos recorte puede ser una necesidad que se contemplará en los próximos meses.
El ministro de Economía, que es independiente, no ha dudado en mostrarse en desacuerdo público con los dos vicepresidentes del Gobierno en algunos asuntos.
Tria dejó claro que el Ejecutivo no puede echar mano de las reservas de oro del Banco de Italia para evitar una corrección en las cuentas, tal y como había sugerido Salvini, y se mostró partidario de completar la línea ferroviaria de alta velocidad (TAV) para conectar Turín y Lyon, algo que rechaza el M5S.
"Nadie va a invertir en Italia si el Gobierno no respeta los pactos", dijo el ministro.
Estas afirmaciones desataron la ira de Di Maio, que consideró en el Parlamento que "está bien que los ministros tengan sus opiniones a título personal, pero se hace lo que se acordó por escrito" en el programa de Gobierno firmado por la Liga y el M5S.
Sus declaraciones han provocado que los medios italianos hablen de una hipotética dimisión de Tria, si bien este fantasma de la renuncia ha sobrevolado al ministro en anteriores ocasiones.
"Hasta que no hayamos encontrado un acuerdo, debemos evitar siempre comentar estas cuestiones", zanjó Di Maio.