Madrid, 31 oct (.).- El consejero delegado del BBVA (BME:BBVA), Onur Genç, ha hecho este jueves autocrítica por no haber sabido trasladar que un impuesto adicional a la banca es "perjudicial para España" y aunque le "entristece mucho" que se opte por esa vía, ha tendido la mano al Gobierno para dialogar sobre este asunto.
En una rueda de prensa, ha dejado claro que el BBVA es un banco español, siempre lo será, y está "comprometido" con España, pero a renglón seguido ha insistido en que ese nuevo impuesto restaría capital a las entidades y ello afecta directamente a la capacidad de dar crédito.
Con el gravamen temporal actual los bancos ya cifraban en 50.000 millones el impacto en el crédito a la economía real, pero ahora con este nuevo impuesto el golpe podría ser aun mayor porque si el sector tiene una tasa específica en España eso se traduce en que tendrá un mayor coste conceder un préstamo en el país.
"A lo mejor no tiene sentido ni concederlo", ha advertido Genç, quien considera que sin este impuesto y con la banca cumpliendo su función de canalizar los fondos a la economía, los próximos diez años podrían ser "dorados" para España por el potencial del país para luchar contra el cambio climático y llevar a cabo inversiones sostenibles.
Sin embargo, el Gobierno está quitando capacidad a los bancos justo en este momento, ha lamentado públicamente, antes de insistir en que además el diseño de este nuevo tributo es "anticompetitivo y discriminatorio".
Por todo ello y sin tirar la toalla, el banquero ha mostrado su deseo de poder debatir sobre este asunto e "influir" de alguna manera con el objetivo de que no se apruebe, pues va directamente en contra de la economía, y en especial de las pymes, pues el riesgo que se asume con ellas es mayor.
A la vista de la enmienda del grupo socialista de este miércoles, en la que el sector energético se libra de un nuevo gravamen y la banca no, uno de los mensajes de Genç es que tienen que hacerlo mejor y le habría gustado tener un mayor diálogo con el Gobierno.
El banquero no entiende que no se dialogue algo que tiene que ver tanto con el futuro de España y se acabe aplicando un nuevo impuesto sobre los bancos, que tienen que seguir contribuyendo con su actividad al crecimiento económico del país.
"Está claro que hemos fallado", ha añadido, antes de lamentar públicamente que el sector tenía que haber sido capaz de comunicar mejor las consecuencias de una medida como esta sobre el conjunto de la economía.