París, 25 sep (.).- El nuevo ministro francés de Hacienda, Laurent Saint-Martin, reconoció este miércoles que el déficit público este año corre el riesgo de agravarse aún más y superar el 6 % del producto interior bruto (PIB), y dijo que ese agujero se tiene que colmatar "prioritariamente" recortando el gasto.
En una comparecencia conjunta ante la comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional en la que también estuvo presente el titular de Economía, Antoine Armand, Saint-Martin avanzó que el presupuesto para 2025, que normalmente se presenta antes del 1 de octubre, se dará a conocer en "la semana del 9 de octubre", un atraso atribuido a lo que se ha demorado en formar este último Gobierno.
"La situación de nuestras finanzas públicas es grave", subrayó antes de indicar que "el déficit público corre el riesgo de superar el 6 % del PIB, según las últimas estimaciones de las que disponemos".
Las razones son unos ingresos fiscales "menos importantes de lo esperado" porque el crecimiento económico se ha debido sobre todo a las exportaciones y menos por el consumo, al que se grava el IVA; y también por la actitud de espera de muchos actores económicos ante la incertidumbre política y económica.
En 2023, el agujero de las cuentas públicas francesas aumentó hasta el 5,5 % del PIB (4,8 % en 2022) cuando lo previsto en los presupuestos era un 4,9 %, debido, fundamentalmente, a unos ingresos muy inferiores a lo anticipado.
El Tesoro francés ya había dado por hecho que la situación no iba a mejorar en 2024 y había calculado en verano que sería del 5,6 %, muy lejos del tope del 3 % preconizado por las reglas europeas, con una elevada deuda del 112 % del PIB.
A la vista de esa situación y de las perspectivas, en julio la Comisión Europea abrió a Francia (como a otros países) un procedimiento de supervisión por déficit excesivo.
El titular de Hacienda afirmó que, para restablecer la situación de las cuentas públicas, habrá que actuar "prioritariamente" por una reducción del gasto, sin concretar en qué.
El pasado domingo, el primer ministro, el conservador Michel Barnier, había ya calificado de "muy grave" el estado de las finanzas públicas y señaló que no descartaba un aumento de los impuestos a los más ricos, ni a las empresas que tienen muchos beneficios.
El veterano político, de 73 años, puntualizó además que no subiría la presión fiscal ni a las personas más modestas, ni a los trabajadores ni a las clases medias.
Armand, por su parte, reveló que Francia ha obtenido de la Comisión Europea una prolongación hasta el 31 de octubre del plazo para presentar su programa plurianual de finanzas, que inicialmente debería haber estado listo el 20 de septiembre.