Por Inmaculada Sanz
MADRID (Reuters) - El Parlamento de Cataluña, de mayoría soberanista, respaldó el miércoles al líder independentista Carles Puigdemont con una votación simbólica en la que reconoció el derecho del político hoy detenido a ser investido de nuevo presidente de la región.
La propuesta salió adelante con los votos de JXC, ERC y la CUP, pero su aprobación no supondrá ningún cambio en el escenario político de Cataluña, donde más de tres meses después de las elecciones de diciembre aún no hay un gobierno autonómico.
Las fuerzas independentistas plantearon su iniciativa a raíz de la detención de Puigdemont el domingo en Alemania, donde aguarda una decisión sobre su extradición a España que podría tardar hasta 60 días prorrogables.
Pese a su huída a Bélgica en octubre para esquivar a la Justicia española, el Parlamento propuso a Puigdemont para una investidura en enero que finalmente se suspendió al advertir el Tribunal Constitucional de la imposibilidad de escoger a un candidato ausente de la cámara.
"La injerencia de la Justicia española ha obligado a renunciar provisionalmente a su investidura (pero) no renunciaremos", dijo la diputada de JXC Gemma Geis durante el debate.
Puigdemont, arrestado en virtud de una euroorden de la Justicia española, está acusado de rebelión y malversación de fondos públicos por promover un referéndum que llevó a la declaración de independencia de octubre, unos hechos que llevaron el viernes al procesamiento de hasta 25 políticos.
La iniciativa del Parlament incluyó otra para pedir la liberación de los exconsejeros regionales y líderes independentistas que se encuentran en prisión provisional a la espera de juicio, un punto que contó con el respaldo de CatECP, la rama catalana de Podemos.
"Queremos denunciar la existencia de exiliados y de presos políticos (..) exigimos su liberación inmediatamente (..) y el acercamiento de los presos políticos a Cataluña", dijo Geis al Parlament, donde los escaños de los diputados ausentes estaban cubiertos por grandes lazos amarillos.
Las fuerzas independentistas que revalidaron en diciembre la mayoría absoluta del Parlament denunciaron el "abuso de poder" del Gobierno español con una intervención de las instituciones regionales que, dijeron, intenta acabar con el movimiento civil de los más de dos millones de los 7,5 millones de catalanes que votaron a favor de la independencia.
PROPUESTA DE UN GOBIERNO DE INDEPENDIENTES
Además de los derechos políticos de Puigdemont, la medida incluyó a los también independentistas Jordi Turull y Jordi Sànchez, que fueron fallidamente candidatos a una investidura en los últimos meses y que están en prisión provisional.
La formación anticapitalista CUP llegó a pedir la celebración de un pleno de investidura de Puigdemont ya y asumir "todas las consecuencias institucionales" -que previsiblemente conllevarían más acciones judiciales- que de ello pudieran derivarse ante el "secuestro de la democracia" en Cataluña.
Mientras, el diputado de CatECP Xavier Doménech pidió avanzar en la resolución de un conflicto político que ha llevado a la marcha de miles de empresas de Cataluña, abogando por que se forme un gobierno de independientes para acabar con la intervención de la autonomía.
"¿Investir a Puigdemont? ¿Y después qué? ¿Más procesados? ¿Más presos? ¿Más plenos? ¿Más resoluciones (...). No más preguntas. Respuestas", dijo Doménech.
La líder de la formación más votada en los comicios de diciembre, Inés Arrimadas, de Ciudadanos, pidió a los grupos soberanistas que dejaran de "engañar" a los votantes de una región en la que el sentimiento independentista ha caído en los últimos meses, según los sondeos.
"Salgan de la burbuja del procés. Nadie cree que España sea dictatorial", dijo Arrimadas, cuya propuesta de dimisión del presidente de la cámara, el independentista Roger Torrent, por "falta de imparcialidad" fue desestimada.