La Paz, 13 may (EFE).- El presidente de Bolivia, Evo Morales,
defendió hoy a los líderes de la única central obrera del país, que
son criticados por pactar con él, cuando algunos sectores sindicales
mantienen sus protestas callejeras para exigir un alza salarial
mayor al 5% decretado para este año.
Tras reunirse con dirigentes de la Central Obrera Boliviana
(COB), casi siempre cercana al Gobierno, el ex sindicalista cocalero
Morales negó en rueda de prensa que ellos se hayan "vendido", como
afirman los sectores que rechazan el acuerdo alcanzado por la
central y el Ejecutivo.
Morales dijo que quienes acusan a los líderes de la COB de
venderse al Ejecutivo y al partido oficial, el Movimiento al
Socialismo (MAS), "deben ser de la derecha, de los fascistas o de
los racistas", como tilda habitualmente a quien se le opone, aunque
haya sido aliado hasta la víspera.
Para Morales, solo hay dos caminos: "el proceso de cambio o el
retroceso al neoliberalismo".
Antes del pacto con Morales, la COB había pedido a los
trabajadores acatar una huelga general indefinida esta semana, y
participar en una marcha de 200 kilómetros desde el pueblo
altiplánico de Caracollo hasta La Paz, para reclamar el aumento
salarial superior al 5%.
La huelga tuvo muy escasa acogida y Morales frenó la marcha tras
ofrecer a los dirigentes de la Central un nuevo sistema de pensiones
que reduzca la edad de jubilación de 65 a 58 años para casi todos
los trabajadores bolivianos.
Los mineros, núcleo duro de la COB, podrán retirarse a los 56, e
incluso antes si han trabajado en los socavones.
Los sindicalistas que se reunieron con Morales dijeron a los
medios que el presidente atendió sus principales demandas, y
defendieron al secretario ejecutivo de la COB, el minero Pedro
Montes, al asegurar que el convenio con el Ejecutivo fue respaldado
por varios sectores.
Los maestros y los trabajadores de fábricas, sin embargo,
rechazan el acuerdo y acusan a Montes de venderse a Morales sin
resolver el aumento salarial.
Centenares de docentes volvieron a marchar hoy en La Paz contra
el aumento de solo 5%, en tanto que dirigentes de los fabriles
mantienen huelgas de hambre y saldrán a protestar por las calles en
las próximas horas.
Morales reiteró hoy que el asunto del ajuste salarial "está
cerrado". EFE
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