Washington, 25 jun (EFE).- BP capturó unos 23.725 barriles de
crudo y prosiguió con su proceso de completar y conectar los dos
pozos alternativos que perfora para detener la fuga, pero la amenaza
de ciclones tropicales podría interrumpir las operaciones.
El almirante del Servicio de Guardacostas, Thad Allen, designado
por el Gobierno del presidente Barack Obama para supervisar la
respuesta al vertido, dijo hoy a la cadena CNN que las autoridades
estaban observando de cerca la evolución meteorológica en la región
del Golfo de México y el Caribe.
El temor del Gobierno tiene su origen en un boletín del Centro
Nacional de Huracanes ((CNH, por su sigla en inglés) que advierte de
un sistema de baja presión al nordeste de la costa de Honduras y
Grand Cayman (islas Caimán) y de que existe un 70 por ciento de
probabilidad de que se convierta en un ciclón tropical en las
próximas 48 horas.
Un avión de reconocimiento de la Fuerza Área se adentrará hoy en
el sistema para determinar si se convertirá en un ciclón.
Algunos modelos meteorológicos apuntan a la posibilidad de que el
sistema de baja presión se acerque al Golfo de México en los
próximos días, donde podría interrumpir las tareas de BP para
detener definitivamente la fuga de crudo.
Allen indicó en el programa American Morning de CNN que tendría
que reubicar el personal encargado de estas labores y los barcos que
recogen el crudo a áreas más seguras cinco días antes de que se
produzcan vientos de 50 kilómetros por hora en el Golfo de México.
Si los barcos se desconectan del sistema de captura y dejan de
absorber el crudo, el petróleo se verterá sin control al agua.
El petróleo que fluye al mar en el Golfo de México se sitúa según
los datos oficiales entre los 35.000 y los 60.000 barriles diarios.
EFE