Roma, 24 may (EFE).- Italia deberá reducir su deuda pública a razón de unos 46.000 millones de euros por año (un 3 por ciento) para cumplir el Pacto de Estabilidad europeo que fija en el 60 por ciento el límite máximo en la relación entre el endeudamiento y el Productor Interior Bruto (PIB).
Así lo refleja el informe de 2011 del Tribunal de Cuentas italiano presentado hoy en Roma, en el que se asegura que el esfuerzo que Italia deberá hacer para reducir su deuda pública será "de dimensiones comparables al realizado en la primera parte de los años 90 para la entrada en la moneda única" europea.
"Hay que tener en cuenta las implicaciones del endurecimiento de los compromisos europeos y, en particular, de la nueva regla, asistida por la pertinente sanción de tipo prácticamente automático", reza el informe.
Según los últimos datos ofrecidos por el Banco de Italia, la deuda pública italiana se redujo en marzo pasado con respecto a febrero 7.900 millones de euros, hasta quedar en los 1,868 billones de euros, después de marcar en enero de este año su récord en los 1,879 billones de euros.
"El final de la recesión económica no supone el retorno a una gestión ordinaria de las cuentas públicas, necesitándose más bien esfuerzos incluso mayores de los aprobados", afirma el Tribunal de Cuentas.
"A pesar de la complejidad de las perspectivas, no hay que infravalorar la importancia del resultado que las finanzas públicas han conseguido en 2010 en la gestión de las cuentas a los distintos niveles de Gobierno, haciendo evidente que, gracias a las medidas de refuerzo y de adaptación progresiva, los instrumentos de regulación se han provisto de una eficacia no siempre hallada en los últimos años", prosigue.
El Tribunal de Cuentas italiano asegura que todos estos esfuerzos hacen "impracticable" una posible reducción de los impuestos y explica que los efectos de la "gran recesión" económica de 2008-2009 ha producido una pérdida permanente en el PIB del país de 140.000 millones de euros, según los cálculos de finales de 2010, y que se prevé que pueda aumentar a los 160.000 millones de euros para 2013.
"No se puede silenciar el riesgo de que un plan de ajuste en las cuentas adoptado con el rigor debido, pero no sostenido por una adecuada estrategia de crecimiento, ejerza efectos depresivos no deseados y se revele, por esto, no plenamente sostenible", afirma el estudio.
La presentación de este informe llega después de que el sábado la agencia de medición de riesgo Standard & Poor's (S&P) lanzara una advertencia sobre la calificación crediticia de Italia, cuya deuda pública la Unión Europea (UE) prevé que alcance este año un pico por encima del 120 % en relación con el PIB.
S&P anunció entonces una rebaja de estable a negativa en la perspectiva de la calificación crediticia de Italia ante un crecimiento de la economía "más débil" que sus actuales estimaciones y eso motivó que ayer la Bolsa de Milán cerrara con pérdidas superiores al 3 %.
El pasado 9 de mayo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recomendó a Italia que lleve a cabo reformas económicas estructurales y que asegure el equilibrio de sus cuentas públicas para apuntalar la recuperación económica.
Los últimos datos del PIB de Italia mostraron un avance del 0,1 % en el primer trimestre de 2011 en comparación con los últimos tres meses de 2010 y un 1 % interanual, dando muestras de un estancamiento en el crecimiento de la economía italiana en la comparativa intertrimestral. EFE