Por Steve Scherer
ROMA (Reuters) - Salvatore "Toto" Riina, el jefe más poderoso de la mafia siciliana del siglo XX sentenciado por ordenar decenas de asesinatos, murió el viernes de causas naturales tras casi un cuarto de siglo en prisión.
Riina, quien cumplió 87 años el jueves, falleció en el pabellón penitenciario de un hospital de Parma, la ciudad del norte de Italia donde cumplía 26 cadenas perpetuas por homicidios cometidos entre 1969 y 1992. Sus víctimas incluyeron dos magistrados que encabezaron la campaña para llevar a los jefes mafiosos ante la Justicia.
Riina había caído en coma tras complicaciones durante una cirugía días atrás, y su familia, a la que el jefe mafioso tenía poco acceso bajo estrictas leyes de seguridad, recibió permiso para estar a su lado el jueves, dijo el Ministerio de Justicia.
Apodado "la bestia", Riina comenzó su violenta carrera criminal en las calles de Corleone después de la Segunda Guerra Mundial y se convirtió en el jefe de jefes de la mafia siciliana cuando la organización tuvo su auge en el siglo XX.
Riina estuvo al mando durante un momento económico floreciente para el crimen organizado de la Cosa Nostra, cuando traficaba heroína hacia el este de Estados Unidos y manejaba los hilos del poder político en Palermo y Roma.
Pero debido a la brutalidad de Riina, cientos de mafiosos rompieron su código de silencio en las décadas de 1980 y 1990 y testificaron contra él, permitiendo a los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino descubrir secretos de la Cosa Nostra escondidos desde hace tiempo y perseguir a sus líderes por los crímenes de sus subordinados.
El arresto de Riina en enero de 1993, tras más de 20 años como fugitivo, ocurrió meses después de que Falcone y Borsellino murieran por bombas colocadas en sus automóviles bajo las órdenes de Riina, y coincidió con la tumultuosa caída del corrupto sistema político italiano de posguerra.
La ofensiva judicial que siguió a los atentados de 1992 contra los jueces debilitó severamente a la Cosa Nostra, cuya presencia en Sicilia aún se siente, pero cuyo poderío económico y político se desvaneció. Actualmente, la 'Ndrangheta de Calabria es considerada por los investigadores como la organización delictiva más poderosa de Italia gracias a su papel como el mayor importador europeo de la cocaína sudamericana.