Viviana García
Londres, 28 sep (.).- La primera ministra británica, Theresa May, defendió hoy la economía de mercado, que calificó como fuente de "progreso", tras las críticas del laborista Jeremy Corbyn sobre ese modelo, del que considera afronta una "crisis de legitimidad".
La primera ministra conservadora aprovechó una conferencia en la City de Londres -centro financiero- con motivo de la independencia del Banco de Inglaterra para argumentar los beneficios del capitalismo como "la mejor" forma de elevar el nivel de vida de la gente.
Con su intervención, May respondió a las opiniones en contra de este sistema expresadas ayer por el líder laborista, Jeremy Corbyn, en el congreso anual de su formación celebrado en Brighton (sur de Inglaterra), donde dijo a las bases que había llegado la hora de desarrollar "un nuevo modelo" que sustituya al neoliberalismo.
La rapidez con que la primera ministra ha decidido responder al izquierdista Corbyn es vista como un reflejo de la debilidad de su posición, tras perder la mayoría absoluta en las elecciones generales británicas anticipadas del pasado junio.
En un Parlamento británico fragmentado, May, de derechas, y Corbyn, de izquierdas, representan dos modelos económicos bien distintos de cara a atender los problemas que afronta el Reino Unido, como el endeudamiento o la crisis de la vivienda.
En este contexto, May apostó por la economía de libre mercado como principal factor de progreso de la sociedad y puso énfasis en la importancia de continuar con las medidas de austeridad.
"Una economía de libre mercado, que opera bajo las adecuadas regulaciones, es el factor más importante de progreso colectivo humano jamás creado", afirmó la jefa del Gobierno.
Este modelo ha llevado a sacar a las sociedades de la "oscuridad" y el "estancamiento", apostilló.
"Es el mejor y ciertamente la única manera sostenible de incrementar el nivel de vida de todos en este país. Y no deberíamos olvidar que elevar el nivel de vida y proteger empleos de la gente supone el objetivo central de toda política económica", agregó.
May resaltó la importancia de no servir a un concepto ideológico, sino de atender "los verdaderos intereses de la población".
Además, la líder "tory" defendió la necesidad de mantener un equilibrio entre la aplicación de las medidas de austeridad para atajar el endeudamiento y proteger los servicios públicos.
"Seguir atendiendo nuestras deudas para que nuestra economía siga siendo fuerte y pueda proteger los empleos de la gente. Al mismo tiempo, esto significa invertir en nuestros vitales servicios públicos, como las escuelas y los hospitales", dijo.
Este año se cumplen veinte años desde que el exministro de Economía laborista Gordon Brown -primer ministro entre 2007 y 2010- otorgase en 1997 la independencia del Banco de Inglaterra a la hora de tomar una decisión sobre los tipos de interés del país.
Con motivo de este aniversario, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, resaltó la limitada influencia que tiene la entidad central en la economía británica, en especial en el impacto del "brexit".
"La prosperidad del Reino Unido quedará reflejada no sólo en el acuerdo final del 'brexit' sino en las políticas fiscales y estructurales del Gobierno", dijo Carney.
Agregó que "el sistema financiero en su conjunto tendrá la capacidad para financiar la transición y las oportunidades que hay por delante" después del "brexit", previsto para marzo de 2019, y que buscará mitigar los riesgos asociados al divorcio de la UE.
Carney dijo que el Comité de Política Monetaria del banco mantiene como objetivo conseguir que la inflación interanual se mantenga en el 2 %, si bien se sitúa actualmente en el 2,9 %.
Después del referéndum para su salida del club europeo del 23 de junio de 2016, el banco recortó en agosto de ese año los tipos de interés al nivel histórico del 0,25 %, después de que estuvieran en el 0,50 % desde 2009.