Nueva York, 14 ene (EFE).- El juez federal del Distrito Sur de
Nueva York Thomas Griesa introdujo cambios en la orden de
congelación de activos del Banco Central de Argentina que dictó al
comienzo de la semana, aunque aún no han sido hechos públicos por la
corte, explicaron hoy fuentes de ese tribunal.
Las citadas fuentes confirmaron hoy a Efe que en una vista que
tuvo lugar el miércoles en Nueva York, Griesa aceptó introducir
ciertos cambios sobre la congelación de activos de la entidad
argentina, aunque rehusaron ofrecer más detalles al respecto.
El sistema judicial estadounidense permite consultar a través de
un sistema virtual gran parte de los documentos que se manejan en
los juzgados y que no están protegidos por el secreto de sumario,
pero para ello deben ser previamente digitalizados y procesados, lo
que se suele demorar horas o días.
Por ello, las actas de lo ocurrido el miércoles en la vista aún
no han sido introducidas en el sistema, por lo que no pueden ser
libremente consultadas, explicaron las citadas fuentes.
Lo que sí está hoy disponible es la copia de la orden de Griesa
por la que ordenaba la congelación de los activos del Banco Central
de Argentina en EE.UU., por considerar que gran parte de ellos, si
no todos, corresponden a entidades estadounidenses.
En ese documento, que lleva fecha del 11 de enero, el juez
federal establecía que la entidad no podría disponer de los activos
que tiene en este país, desde dinero y oro, hasta derechos
contractuales e inmobiliarios.
"Hay fundamentos suficientes para asegurar que Argentina ha
demostrado reiteradamente su intención de retirar sus activos de la
jurisdicción de esta Corte para evadir el interés de sus
acreedores", afirma el juez.
En esa orden de siete páginas, el juez añade que el Banco Central
argentino es "un álter ego de la República de Argentina" y, por lo
tanto, establece la congelación de hasta 3.114 millones de dólares
en activos de esa institución.
Esa es la cantidad que el juez Griesa considera que está
demostrado que los fondos de inversión EM y NML Capital -que se
encuentran entre las entidades acreedoras de Argentina- tienen
derecho a percibir por ser tenedores de bonos impagados de deuda
argentina.
Según el escrito del juez, que deja la puerta abierta a posibles
recursos de apelación, a EM se le deben a fecha del pasado lunes
2.374,59 millones de dólares y a NML 739,45 millones, ya que estas
firmas compraron parte de los bonos que en 2001 Argentina dijo no
poder reembolsar.
En Buenos Aires, el secretario de Finanzas argentino, Hernán
Lorenzino, afirmó hoy que Griesa había "retrotraído su medida por
unos días hasta que las partes lleguen a un acuerdo".
"Griesa, a partir de una manifestación espontánea de los abogados
del Banco Central, decidió dar un tiempo a las partes para llegar a
un acuerdo sobre el alcance de la medida", apuntó Lorenzino, en
declaraciones difundidas por la agencia oficial Télam.
Sin embargo, el Banco Central de Argentina negó poco después que
Griesa hubiera suspendido de forma temporal esa decisión y
aseguraron a Efe que la cuenta con 1,7 millones de dólares de la
entidad sobre la que Griesa dispuso el embargo permanece
inmovilizada dado que la medida judicial sigue vigente.
"La causa no registró ninguna novedad en el día de hoy. La cuenta
sigue congelada por lo cual el embargo sigue vigente", afirmaron los
portavoces.
La cuestión judicial en Nueva York coincide con un conflicto
desatado hace una semana entre el Gobierno argentino y el Banco
Central por el uso de reservas monetarias para el pago de deudas.
EFE