El fundador y consejero delegado de Telegram, Pavel Durov, ha hablado públicamente por primera vez desde su detención en París el mes pasado, criticando la investigación de las autoridades francesas y prometiendo mayores esfuerzos para luchar contra la delincuencia en la aplicación de mensajería.
En un post publicado el viernes en Telegram, Durov se defendió de la investigación judicial francesa, en la que se le han imputado cargos preliminares por permitir presuntamente el uso de la plataforma para actividades delictivas, sugiriendo que él personalmente no debería haber estado en el punto de mira.
"Utilizar leyes de la era anterior a los teléfonos inteligentes para acusar a un director general de delitos cometidos por terceros en la plataforma que gestiona es un enfoque equivocado", decía el mensaje.
"Crear tecnología ya es bastante difícil. Ningún innovador construirá nuevas herramientas si sabe que puede ser personalmente responsable del potencial abuso de esas herramientas", añadió.
Aunque insistió en que Telegram no es "una especie de paraíso anárquico", Durov dijo que el aumento del número de usuarios de Telegram "causó dolores de crecimiento que hicieron más fácil para los criminales abusar de nuestra plataforma."
"Por eso me propuse como objetivo personal asegurarme de que mejoramos significativamente las cosas en este sentido. Ya hemos comenzado ese proceso internamente, y compartiré más detalles sobre nuestro progreso con vosotros muy pronto", dijo.
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Las autoridades detuvieron a Durov, un multimillonario ruso que tiene otras nacionalidades, entre ellas la francesa, en París a finales de agosto en el marco de una investigación sobre imágenes de abusos sexuales a menores, tráfico de drogas y transacciones fraudulentas vinculadas a Telegram.
Desde entonces ha sido acusado de permitir presuntamente actividades delictivas en la aplicación, pero ha evitado la cárcel a condición de pagar 5 millones de euros, presentarse ante la policía dos veces por semana y permanecer en Francia.
La detención de Durov ha puesto en el punto de mira la regulación de las redes sociales, en un momento en que Elon Musk, propietario de X, ha lanzado una diatriba contra lo que percibe como una represión de la libertad de expresión en su plataforma. La detención también ha desencadenado protestas y debates sobre la naturaleza de la libertad de expresión en todo el mundo.