Sao Paulo, 22 jul (.).- La ex presidenta brasileña Dilma Rousseff criticó hoy la subida de algunos impuestos sobre los combustibles decretada esta semana por el Gobierno del presidente Michel Temer, y afirmó que la meta de déficit fiscal para este año "va a estallar".
"El gobierno golpista sobrestimó el déficit de 2017, elevándolo hasta los 139.000 millones de reales" (unos 44.000 millones de dólares), pero "la meta va a estallar" y, "en desespero, el Gobierno está aumentando los impuestos", señaló en un comunicado Rousseff, destituida en 2016 y sustituida por Temer, entonces vicepresidente.
Temer firmó el jueves el decreto que oficializaba la subida de los tributos que inciden sobre la gasolina, el diesel y el etanol y con la que el Ejecutivo espera recaudar 10.400 millones de reales (unos 3.300 millones de dólares) adicionales en el segundo semestre.
"La prensa refleja que la gasolina ya está siendo vendida a más de cuatro reales el litro (1,27 dólares). Es el mayor aumento de precio en trece años", subrayó Rousseff en su misiva titulada "El fracaso de la 'magia golpista".
La expresidenta recordó que bajo su mandato (2011-2016) "siempre se fue parsimonioso en la concesión de reajustes en los combustibles" porque "acaba por pesar más en el bolso de los transportistas de cargas y alimentos, así como en los trabajadores y los más pobres".
"Estos últimos, castigados por la transferencia de los aumentos para el costo de la comida", comentó.
Temer, hoy en el poder, fue el vicepresidente de Rousseff hasta que la sustituyó, de forma interina en mayo de 2016 y definitivamente el 31 de agosto de ese año, cuando el Legislativo destituyó a la exmandataria por supuestas irregularidades en la gestión de los presupuestos.
Por su parte, el Gobierno de Temer justificó el alza como "absolutamente necesaria" para "la preservación del ajuste fiscal" y el cumplimiento de la meta fiscal de 2017.
Esa meta no estaba del todo garantizada ante las leves expectativas de crecimiento para este año, que afectan directamente la recaudación por parte de la administración pública.
A pesar de que en el primer trimestre de 2017 el PIB brasileño se expandió el 1 %, las proyecciones tanto del Gobierno como del mercado indican que el crecimiento al final del presente ejercicio no superará el 0,50 %.
El dato refleja los efectos de la crisis económica que provocó una profunda recesión durante los dos últimos años, periodo en el que el PIB del país sudamericano se desplomó más del 7 por ciento acumulado.