Continúa el tira y afloja entre Londres y Bruselas, por la futura relación comercial del Reino Unido con la Unión Europea (UE), tras el Brexit.
La desconfianza entre las partes persiste, por la voluntad británica de tramitar un proyecto de ley, que modificaría parte del acuerdo que permitió al Reino Unido abandonar el bloque comunitario.
Tras la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete (Ecofin), Berlín advierte de las consecuencias que tendría un desacuerdo.
"Europa está minuciosamente y cuidadosamente preparada para esta cuestión. Mi análisis es que una situación desordenada tendría consecuencias muy significativas para la economía británica. Europa estaría en condiciones de hacer frente (a esta situación) y no tendría consecuencias particularmente graves, después de los preparativos que ya hemos hecho", ha dicho este sábado el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz.
La Comisión Europea no oculta su inquietud como ha reconocido el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni.
"Estamos muy preocupados por la evolución de la situación. Insistimos en que el Reino Unido tiene que restablecer la confianza hacia la Unión Europea porque como señaló la presidenta de la Comisión "Pacta sunt servanda" (los acuerdos deben cumplirse), ha comentado Gentiloni.
Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha publicado un artículo en el que defiende que su proyecto de ley, es necesario para evitar que Bruselas pueda bloquear el transporte de mercancías desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte.
La Cámara de los Comunes prevé debatir el controvertido proyecto de ley la próxima semana.