Río de Janeiro, 28 oct (EFE).- El 69% de las carreteras
brasileñas está en malas condiciones y la recuperación de esas vías
exigirá una inversión de al menos 32.000 millones de reales (unos
18.600 millones de dólares), según un estudio divulgado hoy por la
Confederación Nacional del Transporte (CNT).
De un total de 89.552 kilómetros de carreteras nacionales y
regionales evaluados por los técnicos contratados por la patronal de
los transportistas, apenas 27.713 kilómetros (31%) fueron
clasificados como en buen estado para el tránsito, según el "Informe
de Carreteras de 2009".
Los restantes 61.839 kilómetros cuadrados fueron calificados como
en pésimo, mal o regular estado para el tránsito por los técnicos.
"Esos resultados muestran la situación deficiente de una gran
parte de la red de carreteras de Brasil y al mismo tiempo los
grandes desafíos necesarios para mejorar la principal
infraestructura de transporte usada por el país", según el estudio.
Entre los problemas constatados por los técnicos destacan
pavimentación damnificada, señalización deficiente y problemas de
infraestructura, como falta de pistas laterales.
Los transportistas calculan que los problemas en las carreteras
aumentan en un 28% el costo del transporte en camiones en el país y
en un 5% el consumo de combustibles.
De acuerdo con la Confederación, fuera los 18.600 millones de
dólares que necesitaría para recuperar las carreteras con problemas,
Brasil tendría que invertir otros 92.000 millones de reales (unos
53.490 millones de dólares) para dejar la red nacional de carreteras
en estado perfecto.
La inversión recomendada por la entidad supera significativamente
los 23.800 millones de reales (unos 13.837 millones de dólares) que
fueron invertidos en los últimos siete años en construcción y
mantenimiento de carreteras en el país.
La Confederación alega que el Estado recaudó en los últimos ocho
años 65.000 millones de reales (unos 37.790 millones de dólares) con
un impuesto creado en 2001 sobre la venta de combustibles y que
estaba destinado a inversiones en la infraestructura de transporte.
Apenas una tercera parte de los recursos procedentes de ese
impuesto fueron invertidos en las carreteras, ya que el Gobierno usó
la mayor parte para cumplir con sus metas de superávit fiscal, según
los transportistas. EFE