Bruselas, 13 abr (.).- Con el visto bueno del parlamento eslovaco ya son 17 los países de la Unión Europea que han ratificado la legislación del fondo de recuperación pospandemia, a la espera de que el Tribunal Constitucional (TC) alemán se pronuncie sobre la demanda que ha paralizado el proceso en ese país y que podría retrasar su activación.
La lentitud en este proceso, imprescindible para emitir los 800.000 millones de euros en deuda con que se financiará el fondo, y en la preparación de los planes de recuperación nacionales a dos semanas de que expire el plazo para presentarlos hacen temer que el grueso de la respuesta europea a la crisis se postergue.
"Sería una catástrofe económica para Europa si se retrasa indefinidamente el pago de los fondos", advertía hace unos días en una entrevista Isabel Schnabel, miembro del directorio ejecutivo del Banco Central Europeo.
Respondía así preguntada por la demanda que ha presentado en el Constitucional alemán Bernd Lucke, el fundador del partido de ultraderecha alemán AfD (Alternativa para Alemania), con el fin de parar temporalmente la ratificación del fondo de recuperación por su oposición a la deuda común.
De momento no hay fecha para que se pronuncie la corte, que en el pasado no ha bloqueado otras iniciativas europeas recurridas ante ella, como el fondo de rescate de la eurozona (el MEDE).
Además de Alemania, otros nueve países aún no han ratificado la legislación, que por el momento cuenta con el beneplácito parlamentario en España, Croacia, Chipre, Eslovenia, Portugal, Francia, Bulgaria, Malta, Italia, Bélgica, Grecia, Luxemburgo, Letonia, Chequia, Dinamarca, Suecia y Eslovaquia.
Pese a ello, la Comisión Europea sigue contando con que el proceso esté completo en los 27 para finales de junio y poder iniciar en verano las emisiones de deuda.
El comisario europeo de Presupuesto, Johannes Hahn, presentará mañana la estrategia de financiación del fondo con la que, según avanzó en ocasiones anteriores, prevé captar 56.000 millones de euros en 2021 y, a partir de ahí, entre 150.000 y 200.000 millones de euros anuales hasta 2026.
En total, la Comisión emitirá 800.000 millones de euros (en precios corrientes), de los que casi el 90 % se destinarán a pagar las subvenciones y préstamos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia para que los países implementen sus planes de recuperación.
Pero los Estados están lejos de haber finalizado estos planes de reformas e inversiones, que tienen que entregar oficialmente a la Comisión a más tardar el 30 de abril. A partir de ahí, Bruselas tiene dos meses para evaluarlos y el Consejo otras cuatro semanas para dar su visto bueno.
La Comisión ha advertido de que los borradores -que discute con la mayoría de Gobiernos- necesitan aún más trabajo, tanto para dar ambición a las reformas como para tener el nivel de detalle suficiente en cuanto a las metas que deberán cumplir para recibir los desembolsos.
España, uno de los países más avanzados con sus planes, preveía inicialmente entregar el documento definitivo en marzo, pero finalmente el presidente del Gobierno lo presentará mañana en el Congreso y después será aprobado por el Consejo de ministros antes de entregarlo, dentro de plazo, a la Comisión.
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