Por Lindsay Dunsmuir
6 ene (Reuters) - El presidente de la Reserva Federal de Richmond, Thomas Barkin, afirmó el viernes que la reducción de los incrementos de las tasas de interés contribuirá a limitar los daños a la economía, mientras el banco central estadounidense trata de frenar la inflación.
"Si se piensa que las mejoras en la cadena de suministro y nuestras decisiones hasta la fecha son suficientes para reducir la inflación rápidamente, entonces nuestra senda de tasas más gradual debería de limitar el daño", dijo Barkin en declaraciones preparadas para un evento en Durham, en el estado de Carolina del Norte.
La economía mantuvo un fuerte ritmo de crecimiento del empleo en diciembre, mostraron datos del Gobierno a primera hora del viernes, y la tasa de desempleo cayó al 3,5%, pero la moderación de los aumentos salariales animó a los inversores en un momento en el que la Fed pretende frenar el ritmo de las subidas de los precios sin provocar despidos masivos.
El banco central estadounidense, que subió rápidamente las tasas de interés en 2022 para combatir la mayor inflación desde la década de 1980, tiene previsto detener su actual ciclo de endurecimiento en la primavera boreal de este año. Su principal tasa de interés se sitúa actualmente en un rango objetivo de entre el 4,25% y el 4,50%, y los responsables de la Fed prevén un máximo en torno al 5,1%.
Barkin no dio su pronóstico individual de dónde cree que las tasas alcanzarán su punto máximo ni su preferencia sobre política monetaria para la reunión de la Fed del 31 de enero al 1 de febrero.
Sin embargo, reiteró que la Fed debe mantener su firme compromiso de reducir la inflación, aunque es prudente actuar con más cautela para no aplastar la demanda con demasiada agresividad y dar tiempo a que las medidas del banco central calen en la economía. La inflación, medida por el indicador preferido de la Reserva Federal, es casi tres veces superior al objetivo del 2% fijado por el banco central.
"Tiene sentido actuar de forma más deliberada", dijo Barkin. "Una vez que la demanda se debilita, los estudios estiman que pueden pasar otros seis a 12 meses antes de que esos retrocesos calmen la tasa de inflación".
(Reporte de Lindsay Dunsmuir; Editado en español por Javier López de Lérida)