Valencia, 28 oct (.).- Caixa Ontinyent, la única caja valenciana, cumple este domingo 137 años de vida inmersa en un proceso de transición, que es generalizado en la sociedad y en la economía, orientado a consolidar la digitalización, a introducir el concepto de sostenibilidad en la gestión interna y en el modelo de negocio, y a determinar el papel y la actuación de la entidad en la pospandemia.
Con motivo del aniversario, Caixa Ontinyent recuerda su presencia como motor financiero de las comarcas centrales de la Comunidad Valenciana y el hecho de que revierte sus beneficios en estos municipios.
Su presidente, José Pla, ha resaltado el papel histórico de la entidad y su proyección de futuro en el que "cambiará tanto el modelo económico como el modelo social" y ya se detecta "una gran preocupación por el acceso a los servicios financieros, por la situación de desamparo en que están quedando muchas familias, por la falta de oportunidades para los más jóvenes y por las propias incertidumbres respecto a la evolución de las empresas, del emprendimiento y del empleo".
En esos aspectos, y en el papel de Caixa Ontinyent, es en lo que tiene que profundizar la caja de cara a los próximos años, "consciente de que solo siendo rentable se podrá mantener la entidad, su actuación y su obra social", ha manifestado.
Según Pla, el modelo de negocio tiene que contemplar hoy herramientas para combatir no solo la competencia sino "enemigos más potentes" como son el cambio climático, nuevas pandemias o cuestiones geopolíticas derivadas de las desigualdades.
Sobre los retos que tiene por delante, está la consolidación de la digitalización de los servicios, con una continuada dotación de la oficina digital y una renovación constante de los medios de pagos, de la banca electrónica y de la aplicación, manteniendo los estándares más elevados en seguridad y ciberseguridad.
Caixa Ontinyent nació el 31 de octubre de 1884 con la aprobación de sus estatutos fundacionales por una Real Orden. Sus tres finalidades básicas eran asegurar la disponibilidad de los ahorros de sus clientes; invertir estos ahorros financiando actividades productivas que dinamizan la economía de la zona; y revertir los beneficios en actuaciones de interés comunitario, que ha ido manteniendo a lo largo del tiempo ajustadas a cada momento histórico.
Desde la crisis financiera de 2008, ha financiado operaciones por 862 millones de euros, de los que 384 millones se han destinado a la construcción y adquisición de vivienda, sobre todo de primera residencia, y otros 276 millones a actividades productivas.