FRÁNCFORT, 5 nov (Reuters) - El Banco Central Europeo necesita emitir un euro digital, ya que ceder el espacio por completo a iniciativas del sector privado como las 'stablecoins' o criptomonedas estables podría poner en peligro la estabilidad financiera y debilitar el papel del banco central, según Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE.
El BCE ha estado trabajando en el diseño de una moneda digital, sobre la que ejercería una autoridad muy parecida a la del dinero en efectivo, pero el proyecto aún podría tardar unos cinco años antes de que se pueda lanzar una moneda real.
"Al igual que el sello de correos perdió gran parte de su utilidad con la llegada de Internet y el correo electrónico, también el dinero en efectivo podría perder relevancia en una economía cada vez más digital", dijo Panetta en un discurso el viernes.
"Si este escenario se materializara, debilitaría la eficacia del dinero del banco central como ancla monetaria".
El dinero digital del banco central, aunque sigue pasando por los bancos comerciales, sería un pasivo del banco central, dando a la gente un nivel adicional de seguridad que no se ve afectado por la salud de los prestamistas individuales o los proveedores de servicios de pago.
Pero Panetta rechazó el argumento de que las 'stablecoins' del sector privado -una forma de criptodivisa generalmente vinculada a una moneda tradicional para que mantenga su valor- harían superfluo el dinero digital del banco central, ya que las iniciativas privadas conllevan un riesgo inherente que suele amplificarse en tiempos de crisis.
"La historia demuestra que la estabilidad financiera y la confianza de la ciudadanía en el dinero requieren un dinero público ampliamente utilizado junto a los dineros privados", dijo.
Para que el dinero digital del banco central funcione, tiene que ser ampliamente utilizado para que la gente sea continuamente consciente de que es una opción sobre la mesa.
"Para ello, un euro digital tendría que diseñarse de forma que fuera lo suficientemente atractivo como para ser utilizado ampliamente como medio de pago, pero que al mismo tiempo impidiera que tuviera tanto éxito como depósito de valor que desplazara al dinero privado y aumentara el riesgo de pánicos bancarios", añadió.
(Reporte de Balazs Koranyi; edición de Alison Williams; traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)