Tokio, 30 sep (EFE).- El primer ministro nipón, Fumio Kishida, anunció este viernes que ha pedido a su Gabinete que prepare un plan para frenar la subida de precios y desaceleración económica global, que entraría en vigor a finales de octubre.
"Sin dejar de tener en cuenta el riesgo de desaceleración de la economía mundial, responderemos a los cambios en esta situación, como el reciente aumento de los precios de las materias primas", dijo hoy Kishida, quien anunció también que estas medidas serían de "gran alcance".
Entre los puntos del plan destacan medidas para evitar la subida de precios, sobre todo de energía y alimentación, de recuperación y fortalecimiento económico en la zona, de aceleración en el "nuevo capitalismo" y que además garanticen la seguridad del pueblo japonés.
Por su parte, el portavoz gubernamental japonés, Hirokazu Matsuno, añadió que las nuevas medidas también pretenden reducir la dependencia de los combustibles fósiles y químicos para obtener una nueva estructura económica "más resistente a la crisis energética y de alimentación".
"También buscamos fortalecer los incentivos para que se puedan subir los salarios en los momentos de subida de precios", dijo Matsuno, quien enfatizó la importancia de ayudar especialmente a las pequeñas y medianas empresas.
El anuncio del Gobierno japonés de produce en un contexto de renovada preocupación por la inflación de la tercera economía mundial, que anunció la semana pasada que su índice de precios al consumo (IPC) subió un 2,8 % en agosto, su mayor incremento desde hace casi ocho años por el encarecimiento de la energía y las materias primas.
Sin embargo, el Banco de Japón (BoJ) viene manteniendo su estrategia monetaria de flexibilización, que contrasta con la de otros bancos extranjeros, que vienen subiendo los tipos para combatir la creciente inflación.
Hasta el momento, el BoJ preveía que la economía nacional iba a crecer un 2,9 % en el ejercicio fiscal en curso, que comenzó el pasado abril y se prolongará hasta fin de marzo de 2023.
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