Madrid, 24 ene (.).- El crecimiento de la actividad económica en la zona euro se ha vuelto a ralentizar en enero por segundo mes consecutivo debido al impacto de la variante ómicron, a pesar de que ya se observa una mejora en los "cuellos de botella" que afectaban a las cadenas de suministro.
Así se desprende del informe Flash PMI de la consultora Markit sobre la actividad de la eurozona, publicado este lunes, y que apunta a que su indicador se situó en enero en 52,4 puntos, nueve décimas por debajo del registrado en diciembre y su dato más bajo de los once últimos meses, aunque todavía por encima de los 50 puntos que separan el crecimiento de la contracción.
Su análisis apunta a que la citada desaceleración se produjo fundamentalmente por una ralentización más intensa de la actividad en el sector servicios, hasta caer a los niveles más bajos desde abril del pasado ejercicio.
"La veloz propagación de la variante ómicron provocó la reintroducción de muchas medidas para contener el virus en estas últimas semanas, especialmente en Alemania, Francia, Italia y España, que en particular afectaron a las empresas orientadas al consumidor final y a la hostelería y la restauración", reza el informe.
Sus datos apuntan a que las restricciones en la eurozona ya se sitúan en su máximo nivel desde mayo de 2021, y las empresas encuestadas incluyeron el "absentismo" de sus empleados -por contraer la enfermedad o tener que confinarse- como uno de los factores que perjudicó su actividad.
De acuerdo con su estudio, los sectores del turismo y el ocio registraron las mayores caídas desde febrero de 2021, en contraste con el crecimiento de las compañías industriales, que se aceleró hasta su máximo ritmo desde agosto.
"Pese a que los problemas de mano de obra entorpecieron la producción en algunas fábricas, los problemas de suministro se han atenuado, ayudando a reforzar la producción en un gran número de firmas", han resaltado los responsables de IHS Markit.
Las divergencias también se observan en materia de empleo: las plantillas en el sector industrial crecieron a su mejor ritmo desde julio, mientras que en el sector servicios el aumento se desaceleró hasta regresar a los niveles de mayo de 2021.
El economista jefe de IHS Markit, Chris Williamson, ha defendido en un comunicado que el impacto en la economía de la variante ómicron parece de momento "relativamente débil" y ha insistido en que aunque han empeorado las perspectivas de los empresarios del sector servicios, lo han hecho en menor medida que olas anteriores.
No obstante, ha advertido de que los precios de los productos y servicios están aumentando a una tasa récord debido a que "los crecientes costes laborales y de las energías contrarrestan la atenuación de los precios de las materias primas en las unidades productivas", por lo que se "esfuman las esperanzas de una mejora inminente de las presiones inflacionistas".