Madrid, 11 oct (.).- La riqueza financiera de los hogares (diferencia entre los ahorros y las deudas) al final de la primera mitad de este año aumentó un 5,1 % respecto a un año antes, para acumular así tres trimestres consecutivos de avances tras la irrupción de la pandemia.
Según las cuentas financieras de la economía española publicadas este lunes por el Banco de España, esa riqueza, que agrupa los activos financieros de los hogares, así como de las instituciones sin ánimo de lucro al servicio de la sociedad (como organizaciones no gubernamentales, asociaciones de carácter cultural o deportivo o entidades religiosas), alcanzó los 2,48 billones de euros, el 214,1 % del PIB.
Se trata de un incremento del 5,1 % que el Banco de España atribuye a una adquisición neta de activos financieros de 68.800 millones en el último año, concentrada en depósitos y, en menor medida, en fondos de inversión, que además se revalorizaron.
En relación con el PIB español, la riqueza de los hogares -y también de las citadas instituciones- representaba un 214,1 %, 12,1 puntos porcentuales más que al final del primer semestre de 2020 derivados del comentado aumento de los activos pero también del retroceso de la economía.
El grueso de la riqueza financiera de las familias se encontraba en efectivo y depósitos (41 %), seguido de participaciones en el capital (25 %), seguros y fondos de pensiones (16 %) y participaciones en fondos de inversión (15 %, después de subir 1,8 puntos en un año).
LA DEUDA DE EMPRESAS Y HOGARES AUMENTA EL 1,8 %
La deuda de empresas, familias e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares en el segundo trimestre del año aumentó un 1,8 % respecto a un año antes, alcanzando los 1,67 billones de euros, lo que supone el 144,2 % del PIB.
Concretamente, la deuda de las empresas se elevó en 27.600 millones, hasta el 82,8 % del PIB, y la de los hogares en 1.600 millones, hasta el 61,4 % del PIB.
La financiación recibida por las empresas y los hogares fue de 34.400 millones, un 3 % del PIB. Las sociedades no financieras captaron financiación nueva equivalente al 2,5 % del PIB y los hogares e instituciones al servicio social el resto.