Washington, 10 jun (.).- La preocupación por la inflación vuelve a crecer en Estados Unidos (EE.UU.) después de conocerse el dato del índice de precios al consumidor (IPC) que subió un 0,6 % en mayo y ha situado la inflación interanual en el 5 %, la cifra más alta desde agosto de 2008.
Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, la inflación subyacente el mes pasado fue del 0,7 %, y del 3,8 % en los últimos 12 meses, informó la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).
La dato interanual subyacente es el mayor desde 1992, remarcó el informe mensual.
El incremento de los precios en mayo vino dado en gran medida por el ascenso en los coches usados (7,3 %) y de billetes de avión (7 %), mientras que los precios de la energía, después de varios meses de rebote, se mantuvieron estables.
No obstante, la prolongada subida de los precios, cuya tasa interanual pasó del 4,2 % en abril al 5 % en mayo, ha hecho sonar las alarmas de nuevo en EE.UU. ante el fantasma de la inflación.
Si bien la mayoría de los economista coinciden en que a consecuencia del levantamiento de las restricciones impuestas por la pandemia y la reapertura económica es normal observar alzas en los precios, la duda es si se trata de un repunte temporal u obedece a razones de fondo, lo que sería más peligroso.
La pasada semana, la cadena de comida rápida, Chipotle (NYSE:CMG), una de las populares, subió los precios de su menú un 4 % en gran parte del país para cubrir los costos asociados a salarios más elevados y mayores costes de las materias primas, indicó Jack Hartung, director financiero, en una llamada con inversores.
VERANO DE GASTO PARA LOS CONSUMIDORES
A juicio de Andrew Hunter, economista de la consultora Capital Economics, la "mayor parte del auge responde a un pequeño grupo de categorías afectadas directamente por la suspensión de las restricciones del virus".
Aunque reconoció, en una nota a clientes, que "también hay señales de presiones inflacionarias emergentes en otros sectores, como los costes de vivienda y restaurantes", lo que sugiere que "no toda la presión al alza sobre la inflación será transitoria".
Por su parte, la economista jefe del banco de la firma de asesoría financiera Grant Thornton, Diane Swonk, subrayó que la potencia norteamericana avanza "sin dudas hacia lo que va a ser un largo y caliente verano a medida que los consumidores continúan gastando más rápido de lo que la mayoría de los productores y empresas de servicios puede asimilar".
Para el Gobierno estadounidense las razones de este auge se encuentran en la reactivación económica a medida que el virus se contiene, y no ve motivos de preocupación.
"El dato de inflación de hoy es el último indicador de que las cosas están avanzando en la dirección adecuada, con algunos problemas en la cadena de suministro", indicó Heather Boushey, del consejo de asesores económicos de la Casa Blanca en un mensaje en Twitter, al señalar que la mitad del alza de los precios de mayo respondió a las subidas en coches usados y billetes de avión.
PRESIÓN PARA LA FED
El repunte de los precios en mayo se conoce una semana antes de la reunión de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. de la próxima semana sobre política monetaria.
La Fed ha rechazado presiones inflacionarias en el país debido al extraordinario estímulo fiscal desplegado y el aumento de la demanda a medida que se levantan las restricciones por la mejoría de la pandemia en el país.
Su presidente, Jerome Powell, ha reconocido que se verán notables subidas de precios, pero que serán de carácter "transitorio", por lo que ha insistido en que no prevé modificar los tipos de interés del banco central, actualmente entre el 0 % y el 0,25 % en lo que resta de año.