París, 10 ene (.).- El Gobierno francés desveló este martes los detalles de su polémico proyecto de reforma del sistema de pensiones, una iniciativa que promete protagonizar este 2023 a nivel político en Francia y contra la que los sindicatos han prometido una fuerte movilización en las calles, decididos a hacerla caer.
Estos son los principales ejes a tener en cuenta para comprender una iniciativa con la que el Ejecutivo planea ahorrar 17.700 millones hasta 2030 para equilibrar el sistema de pensiones frente a los cambios demográficos:
- La edad mínima de jubilación aumentará hasta los 64 años de manera "progresiva", con un horizonte de implantación fijado para 2030. Los primeros afectados serán los nacidos el 1 de septiembre de 1961. Esta la medida central del proyecto gubernamental, pero también la que genera el rechazo frontal de la totalidad del arco sindical.
- La entrada en vigor de la obligatoriedad de haber cotizado un mínimo de 43 años para cobrar la pensión completa, que actualmente está fijada en 42 años pero iba a subir un año a partir de 2035, se adelantará a 2027. El cambio también se instaurará de forma progresiva.
- Se mantiene, sin embargo, la frontera de los 67 años para poder acceder a esa pensión completa incluso si no se ha completado el periodo mínimo de cotización.
- Ninguna persona que haya comenzado a trabajar -de manera formal- antes de los 20 años se verá obligada a trabajar, en total, más de 44 años, ha prometido la primera ministra, Élisabeth Borne, sobre una reforma que, al aumentar la edad mínima de jubilación, perjudica sobre todo a quienes hayan comenzado a trabajar a edades tempranas.
- Aumento de las pensiones mínimas para los nuevos jubilados, hasta los 1.200 euros netos mensuales en 13 mensualidades, como había prometido en campaña el presidente, Emmanuel Macron. Esa cifra representa un 85 % del salario mínimo interprofesional francés, que será el nuevo indicador de referencia para calcular las futuras pensiones (y no la inflación).
- El Gobierno remodelará el sistema de reconocimiento de trabajos considerados "penosos", que permite jubilarse antes a quienes estén e sometidos a condiciones especialmente duras. No cambiarán, sin embargo las reglas para otras jubilaciones anticipadas, como las que reconocen algún tipo discapacidad.
- Desaparecerán la mayor parte de los "regímenes especiales" de cotización, más ventajosos que el del sistema general y utilizados en muchas ocasiones por empresas del sector público, como la eléctrica estatal EDF (EPA:EDF) o la empresa regional de transportes de París (RATP).
- Para lograr la aprobación del proyecto, dado que el partido gubernamental perdió en 2022 la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, el Ejecutivo deberá poner de su lado a otros bloques políticos. Los conservadores de Los Republicanos (LR) se anticipan como potencial y único socio dispuesto, ante la oposición fronte de los partidos de izquierda y de la ultraderecha.
- A nivel social, la patronal se ha mostrado favorable a una medida que propone a los franceses trabajar más tiempo para equilibrar el sistema, sin aumentar las cotizaciones sociales (ni las de las empresas ni las de los trabajadores). Los sindicatos, por el contrario, se encuentran unidos en su rechazo frontal a la reforma, en especial al aumento de la edad mínima de jubilación.