PARÍS, 15 abr (Reuters) -El presidente francés, Emmanuel Macron, promulgó el sábado un proyecto de ley profundamente impopular para elevar la edad de jubilación estatal, enfureciendo a los sindicatos que llamaron a continuar meses de protestas masivas.
La proclamación de la ley en el diario oficial del Gobierno se produjo horas después de que el Consejo Constitucional de Francia hubiera aprobado el principal aumento de la edad de jubilación en un fallo el viernes.
La ley, que aumentará progresivamente la edad de jubilación de 62 a 64 años, entrará en vigencia el 1 de septiembre.
La rápida promulgación de la ley enfureció a los sindicatos, que habían instado al Gobierno a esperar para rebajar las tensiones.
"Es una decisión totalmente vergonzosa", declaró a la radio Franceinfo Sophie Binet, responsable del sindicato CGT. "Él (Macron) nos ha vuelto a dar con la puerta en las narices".
Los sindicatos han llamado a los trabajadores a acudir en masa a las marchas del Día del Trabajo, el 1 de mayo. Binet dijo que otras acciones tendrían lugar los días 20 y 28 de abril, mientras que los sindicatos de trabajadores ferroviarios llamaron a un día de "ira" el 20 de abril.
El ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, restó importancia al momento de la promulgación, declarando a la radio France Culture que el Gobierno quería dialogar con los sindicatos sobre otras cuestiones sociales.
Tras conocerse la decisión del Consejo Constitucional, el viernes por la noche una multitud marchó por París, y algunos quemaron contenedores de basura, mientras que en la ciudad noroccidental de Rennes se incendió la entrada de una comisaría de policía.
La hostilidad pública ha aumentado desde que el Gobierno, que no tiene mayoría en el Parlamento, impulsó el proyecto de ley en marzo sin una votación final.
Macron, cuya invitación a los sindicatos para una reunión el martes fue rechazada, pronunciará un discurso televisado el lunes por la noche, informaron medios de comunicación franceses. La oficina del presidente no confirmó inmediatamente el discurso.
"Nunca rendirse, ese es mi lema", dijo el presidente el viernes, antes del veredicto del Consejo Constitucional, mientras visitaba Notre-Dame en el aniversario de un incendio que destruyó la célebre catedral de París.
El presidente ha apostado su reputación de reformista a los cambios en las pensiones, que según él son necesarios para evitar miles de millones de euros de déficit cada año a finales de la década.
Los sindicatos afirman que se pueden encontrar fondos adicionales en otros lugares, incluso gravando más a los ricos, para preservar lo que es una piedra angular del modelo de protección social de Francia.
François Ruffin, diputado del partido de izquierdas LFI, acusó al Gobierno en Twitter (NYSE:TWTR) de proclamar la ley de pensiones "como ladrones en la noche".
(Reporte de Gus Trompiz y Benjamin Mallet y Elizabeth Pineau; Editado en español por Juana Casas)