Por Noe Torres y Rodrigo Campos
CIUDAD DE MÉXICO/NUEVA YORK, 21 oct (Reuters) - El peso mexicano y el real brasileño se encuentran este año entre las monedas con mejor desempeño en el mundo frente al dólar, pero su trayectoria podría cambiar drásticamente debido a que los riesgos políticos y económicos amenazan con nublar sus perspectivas, dijeron analistas.
Desde inicios de año, la moneda mexicana se ha apreciado un 2.3% frente al dólar, al tiempo que el real se ha disparado un 6.8%. Estas valorizaciones no resultan poca cosa contra un índice dólar que se ha fortalecido casi un 19% ante una cesta de divisas en 2022, hasta umbrales no vistos en dos décadas.
El contraste también está marcado por la variación de otras monedas regionales, como el peso colombiano, que se ha debilitado un 17% ante presiones de incertidumbre política.
Hasta el momento, la fortaleza del peso mexicano y el real brasileño está vinculada a los fundamentos del mercado, en medio de saldos de cuenta corriente saludables y diferenciales de tasas que atraen a operadores e inversionistas.
"Lo que hace que esas monedas latinoamericanas sean atractivas, de una manera que no lo es en el este de Asia, es que los dos grandes temas de este año parecen ser las materias primas y las tasas de interés", dijo Marc Chandler, estratega jefe global de Bannockburn Global Forex en Nueva York.
La tasa interbancaria en México se sitúa en un nivel histórico del 9.25% y la de Brasil alcanza el récord de 13.75%. Ambas referencias ofrecen algunos de los diferenciales más elevados del mercado contra los tipos de interés de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
Pero la volatilidad electoral en Brasil podría restar parte del brillo a la moneda sudamericana. Los brasileños se dirigen a un balotaje el 30 de octubre entre el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y el actual mandatario Jair Bolsonaro.
"Si Lula gana por un margen lo suficientemente amplio como para que no haya incertidumbre sobre los resultados, no es terrible para la moneda, que tiene los rendimientos reales más altos del mundo", dijo Dirk Willer, jefe de estrategia de mercados emergentes de Citi Research en Nueva York.
"Uno no quiere ver una elección disputada, pero no estoy seguro de si una victoria de Lula desencadenará una tendencia bajista significativa", sostuvo, y agregó que una eventual decisión de Lula de nombrar a un ministro de Economía favorable a los mercados ayudaría a mantener a raya la volatilidad cambiaria.
Para México, sin embargo, un retorno inminente de capital a Estados Unidos causado por el aumento de las tasas por parte de la Fed podría socavar al peso, a lo que se suman expectativas de una desaceleración en la primera economía mundial.
"A más tardar para inicios de 2023 la depreciación del peso mexicano va a tener que llegar", aseveró Alfredo Coutiño, jefe para América Latina de Moody's Analytics, quien estima que la corrección restará a la moneda hasta un 20%, si bien esto podría ocurrir en el periodo entre fines de 2022 y 2023, e incluso hasta el 2024.
Tal movimiento llevaría al peso de regreso a sus peores niveles históricos vistos en 2020, de alrededor de 25 unidades por dólar, desde el nivel actual de poco más de 20 pesos.
"Me parece que el próximo año, conforme la Fed siga incrementando tasas, Banco de México podría llegar a decir 'nos mantenemos aquí' y ese factor creo que sí nos puede estar pegando", dijo por su parte Carlos González, jefe de análisis de Monex Grupo Financiero.
El rendimiento mayor de este año se vio respaldado por la constante entrada de remesas, que alcanzó un máximo histórico en julio, así como por un fuerte crecimiento de las exportaciones y el ingreso de inversión extranjera directa, dijeron analistas.
Aún así, una probabilidad del 60% de una recesión en Estados Unidos, el mayor socio comercial de México, podría revertir el panorama.
(Reportes de Rodrigo Campos en Nueva York y Noé Torres en Ciudad de México. Editado en español por Marion Giraldo)