Jerusalén, 15 mar (.).- El presidente del Banco Central de Israel (BCI), Amir Yarón, advirtió de que la reforma judicial impulsada por el Ejecutivo podría tener "inmensas repercusiones" para el país por la fuga de inversores, empresas y cerebros.
“Hemos visto a algunos líderes de alta tecnología y empresarios decirnos que las inversiones podrían dejar de llegar y algunos incluso hablan de que podrían llevar su negocio a otra parte”, afirmó Yarón durante una entrevista en Tel Aviv con la cadena estadounidense CNN.
“En el largo plazo, las implicaciones pasan básicamente por la fuga de cerebros, entre otras cosas, y es por eso que esto debe manejarse con cuidado”, agregó.
Por ello, instó a que la reforma impulsada por el Gobierno de Benjamín Netanyahu, que busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia, se lleve a cabo "de manera que tenga una amplia aceptación en el público y mediante un proceso transparente”.
La reforma ha provocado las mayores protestas sociales de la historia de Israel, que suman diez semanas consecutivas y que el pasado sábado congregaron el récord de medio millón de asistentes en todo el país, según los organizadores.
Yarón, quien hace algunas semanas ya había expresado su preocupación al primer ministro por el inminente daño económico de la reforma, cuestionó la falta de consenso sobre la reforma, que está siendo aprobada de forma "precipitada" y alertó sobre su impacto sobre la independencia de la Justicia.
Consultado sobre la independencia del Banco Central, explicó que no cree que el Gobierno intente influir en sus decisiones y destacó que "cualquier país que haya manipulado o incluso debilitado la independencia del banco central ha sufrido graves consecuencias económicas".
Uno de los colectivos más activos en las manifestaciones es el de los trabajadores de la alta tecnología, una industria que representa en torno al 15% del PBI y concentra más de un tercio de las exportaciones.
El sector bancario ha alertado de que ya han salido del país más de 4.000 millones de shékels (1.050 millones de euros) e importantes empresas ya han anunciado su intención de abandonar el país.
Esta semana, más de 250 inversores estadounidenses alertaron en una carta dirigida a Netanyahu de que, producto de la reforma, "muchos líderes en la comunidad empresarial se sentirán obligados a reevaluar su confianza en Israel como un destino estratégico para la inversión, la obtención de talento, la construcción de centros de ingeniería y el mantenimiento de la propiedad intelectual".
La reforma, que continúa avanzando en el Parlamento y se acerca a sus instancias finales, incluye proyectos como la denominada "clausula de anulación", que permitiría a una mayoría simple de diputados derogar fallos emitidos por el Supremo.
También están comprendidas iniciativas que otorgarían al Gobierno control total sobre el nombramiento de los jueces, además de permitir que cargos políticos ocupen los puestos de asesores legales en los ministerios.