Los hoteles de la región turca de Antalya, un destino muy apreciado por los veraneantes, se preparan para reanudar su actividad tras meses de parón por la pandemia. Se han limpiado las habitaciones, se ha llenado la piscina y se han dispuesto las tumbonas para cumplir las normas de distanciamiento social.
Aunque muchas empresas turcas han sufrido la pandemia, el turismo se ha visto especialmente afectado. En 2019, la industria turística aportó casi 29.000 millones de euros y unos 52 millones de visitantes. En 2020, en medio de la pandemia, las visitas cayeron un 69% y los ingresos se redujeron a unos 10.000millones de euros según las estadísticas del Ministerio de Turismo.
"Llevamos unos 20 meses cerrados. Nos alegró bastante el levantamiento de las restricciones de vuelo por parte de Rusia, porque aproximadamente el 70-80% de nuestros huéspedes del hotel son rusos. El levantamiento gradual adicional de las restricciones desde Europa nos da esperanzas para el resto de la temporada (turística) de 2021", lamenta Murat Ozbolat, director del hotel Ananas.
Según el Ministerio de Turismo y Cultura de Turquía, el 2019 llegaron al país casi 43 millones de visitantes, de los cuales unos siete millones venían de Rusia, cerca de cinco millones de Alemania y dos millones y medio procedían del Reino Unido.
"Creo que la flexibilización de las restricciones de viaje a Turquía era muy necesaria. Si se suavizan las restricciones con respecto a otros países, ya sea España o cualquier otro, no se debe excluir a Turquía, porque la gente de aquí también necesita urgentemente visitantes como nosotros, de lo contrario el país se colapsa", explicaba a Renate Malzahn, una turista alemana.
El Reino Unido y Francia llegaron a incluir a Turquía en su lista roja, exigiendo a los retornados cuarentenas obligatorias, y Rusia suspendió los vuelos en abril. Francia, eso sí, ya ha sacado a sacado a Turquía de la lista, aunque el Reino Unido la sigue manteniendo.
El temor a que se perdiera otro verano turístico hizo que el gobierno introdujera lo que denominó un "cierre total" para los residentes, pero permitió a los turistas circular libremente.
Para incentivar el turismo, Turquía dio prioridad a los empleados del sector turístico en la vacunación y el ministerio de turismo compartió un vídeo promocional en el que se veía al personal turco con máscaras que decían "Disfruta, estoy vacunado". El vídeo fue retirado tras las protestas en redes sociales.