Por Sabine Siebold
DAVOS, Suiza (Reuters) - Normalmente, Rusia tiene su propia "casa" en el Foro Económico Mundial (FEM) como un escaparate para los líderes empresariales y los inversores.
Este año, el espacio de la engalanada calle principal de Davos ha sido transformado por artistas ucranianos en una "Casa de los crímenes de guerra rusos", con imágenes de miseria y devastación.
Rusia ha negado las acusaciones de crímenes de guerra en el conflicto.
Ucrania encabeza el orden del día de la reunión de cuatro días de los líderes empresariales mundiales, que comienza en serio el lunes con un discurso en vídeo del presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
La reunión del FEM, tras un paréntesis de más de dos años por la pandemia del coronavirus, fue aplazada de enero a mayo, lo que significa que los asistentes estarán rodeados de flores primaverales y verdes laderas en lugar de recorrer calles heladas.
Pero no sólo el clima es diferente en 2022, ya que los políticos, ejecutivos y académicos rusos están totalmente ausentes.
Las instituciones rusas, como su fondo soberano, los bancos estatales y las empresas privadas, han organizado en años anteriores algunas de las fiestas más ostentosas, sirviendo caviar negro, champán de época y foie gras.
Incluso contrataban a músicos y a estrellas del pop local para que actuaran ante los altos cargos.
DESPLOME DEL MERCADO
Además de la crisis ucraniana, la recuperación tras la pandemia, la lucha contra el cambio climático, el futuro del trabajo, la aceleración del capitalismo de las partes interesadas y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías son algunos de los asuntos que se debatirán en Davos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, son algunos de los líderes que intervendrán en la reunión.
En la agenda empresarial, es probable que los debates se centren en la agria situación de los mercados financieros y la economía mundial.
Después de una fuerte recuperación de la recesión desencadenada hace dos años por la aparición de la pandemia de coronavirus, ahora existen múltiples amenazas, lo que ha llevado al Fondo Monetario Internacional a rebajar su previsión de crecimiento mundial por segunda vez desde que comenzó el año.
La inflación derivada de las cadenas de suministro se convirtió en un problema el año pasado, sobre todo en economías como la de Estados Unidos.
Esto se ha visto agravado desde principios de 2022 por acontecimientos como la invasión rusa de Ucrania y las oleadas de confinamientos por el COVID-19 en China, que han estancado la recuperación.
(Reporte de Sabine Siebold, Dmitry Zhdannikov, Dan Burns, Tara Oakes; Editado en español por Javier López de Lérida)