Sao Paulo, 30 nov (EFE).- El Ministerio Público de Trabajo y representantes de la multinacional española Zara en Brasil no llegaron hoy a un acuerdo sobre la fórmula para regular la cadena productiva de la firma, algunos de cuyos proveedores fueron acusados de utilizar mano de obra en condiciones análogas a la esclavitud.
Las partes, reunidas hoy en Sao Paulo, expresaron sin embargo su intención de seguir negociando y evitar llevar el caso a la Justicia.
La compañía de confección textil rehusó firmar el Término de Ajuste de Conducta (TAC) propuesto por el Ministerio Público de Trabajo y presentó un plan de acción alternativo durante una reunión celebrada en la sede del organismo brasileño en Sao Paulo.
En rueda de prensa, el procurador del Ministerio Público de Trabajo, Luiz Carlos Fabre, explicó los términos del TAC, que, entre otros puntos, prevé una indemnización por valor de 20 millones de reales (unos 11 millones de dólares) que tendría que pagar Zara en compensación de daños morales colectivos.
Fabre precisó que una de las disposiciones en desacuerdo es la relativa a la "responsabilidad jurídica" de Zara sobre su cadena de abastecimiento y el plazo de validez del TAC.
Además, dijo que estudiarán la propuesta de la firma y precisó que "si es necesario" el Ministerio presentará una acción civil pública, pero añadió que recurrir a los tribunales "es la última medida" y se mostró esperanzado en alcanzar una solución "amistosa".
Mientras, Félix Poza, el director de Responsabilidad Social Corporativa del Grupo Inditex, al cual pertenece Zara, explicó que uno de los motivos de la negativa de la compañía textil a firmar el documento radica en la falta "propuestas concretas" para poner solución al problema del trabajo en condiciones degradantes en la confección textil en el estado de Sao Paulo, que calificó de "sistémico".
En una comparecencia ante la prensa, Poza dijo que la contrapropuesta presentada por la firma "contiene medidas realistas que pueden contribuir a solucionar el problema".
"Para nosotros el problema no es la cantidad económica", dijo Poza en relación a la serie de multas e indemnizaciones contempladas en el TAC, sino si la letra del acuerdo propone "proyectos que sean realistas y eficaces para resolver el problema".
El directivo explicó que la compañía está "abierta al diálogo" y agregó que no desea "judicializar el caso".
La reunión de hoy tiene lugar después de que varias inspecciones realizadas este mismo año en talleres que fabrican ropa para la firma AHA, proveedora de Zara en Brasil, hallaran empleados en condiciones que las autoridades calificaron de "análogas a la esclavitud".
Tras las inspecciones, el Ministerio de Trabajo emitió 52 actas de infracción contra la firma española. EFE