Washington, 12 ago (EFE).- América Latina y el Caribe recibirán
este año alrededor de 62.000 millones en remesas de sus emigrantes,
lo que supone un descenso de un 11 por ciento con respecto al año
pasado, informó hoy el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La estimación, calculada por el Fondo de Inversión Multilateral
(MIF) del BID, implica una bajada de los flujos de ingresos similar
a la que se produjo en 2006, como consecuencia del impacto de la
crisis económica global en los países industrializados que acogen
más emigrantes de la región, como Estados Unidos, España y Japón.
El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, señaló en un
comunicado que la crisis está "limitando claramente la capacidad de
los inmigrantes de mandar dinero a casa".
Sin embargo, subrayó Moreno, este rubro ha disminuido menos que
otros flujos financieros privados que llegan a la región, debido "a
los sacrificios que los emigrantes continúan haciendo para mantener
a sus familias".
El MIF advirtió de que el descenso de las remesas podría afectar
a más de cuatro millones de personas en toda la región, y que
aproximadamente una tercera parte de ellas se concentrarían en
México, el país que más recibe del continente.
La institución espera que las remesas provenientes de los Estados
Unidos, donde los niveles de desempleo entre latinoamericanos son
mayores que los de la población general, bajarán un 11 por ciento
este año, hasta los 43.200 millones de dólares.
Las que proceden de Europa descenderán aún más, un 14 por ciento,
y se situarán en 9.000 millones; mientras que las que se envían
desde otras partes del mundo caerán un 4,5 por ciento y se quedarán
en 10.400 millones.
Estos cálculos se extraen de las conclusiones de un informe
elaborado por expertos de remesas del MIF en colaboración con la
organización para el Diálogo Interamericano, y se basan en datos de
una encuesta que el MIF realizó entre marzo y junio a 1.350
emigrantes de la región.
Los resultados de esta encuesta en Estados Unidos mostraron que
los inmigrantes están enviando dinero con menos frecuencia y en
cantidades menores que el año pasado.
El MIF estima que la media de transferencias que los inmigrantes
mandan al año bajará de 15 a 12 en 2009, y la cantidad por cada una
también caerá, de 241 a 230 dólares.
Aún así, los datos revelan que incluso los emigrantes que han
perdido su empleo siguen mandando sus ahorros a casa, aunque un 45
por ciento de los encuestados admitió estar reduciendo las
cantidades.
Además, un 34 por ciento aseguró que espera volver a sus países
de origen en un futuro próximo, un 14 por ciento más que los que
afirmaron lo mismo el año pasado.
El informe también alertó de que los costes de las
transferencias, que habían caído drásticamente en los últimos años,
han dejado de bajar y en algunos casos están empezando a subir.
La directora del MIF, Julie T. Katzman, instó a los organismos
económicos a desarrollar "iniciativas que garanticen que el coste de
enviar remesas siga siendo bajo", para "no privar a los inmigrantes
y sus familias del dinero que tanto les ha costado ganar".
Los resultados del informe coinciden, según el MIF, con su
análisis de los recibos de remesas de los bancos centrales, que
indican que los envíos bajaron un 15 por ciento en el segundo
trimestre de 2009 con respecto al mismo periodo del año pasado.
México y los países del Caribe fueron los más afectados por el
descenso de las transferencias, que en Centroamérica y Suramérica
fue mucho más leve en relación a los meses anteriores. EFE