Bruselas/Budapest, 13 sep (EFE).- La Comisión Europea (CE) expresó hoy cierta preocupación por el plan anunciado ayer por el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, para aliviar la presión sobre los húngaros que tienen hipotecas en moneda extranjera.
El portavoz para Asuntos Económicos y Monetarios de la CE, Amadeu Altafaj, consideró hoy "prematuro" valorar el plan, pero admitió que la Comisión tiene "algunas preocupaciones" al respecto.
La medida, dijo, obligaría a los bancos a aceptar el pago de las cuotas de las hipotecas y de los préstamos que los húngaros tienen en moneda extranjera a un cambio fijo que está por debajo de la cotización en los mercados.
"Aunque este plan podría disminuir la exposición de algunos hogares, podría tener un serio impacto negativo en el sistema bancario húngaro", señaló Altafaj en la rueda de prensa diaria.
Muchos húngaros se endeudaron en los últimos años en moneda extranjera, principalmente el franco suizo, el euro y el yen japonés. La fortaleza del franco suizo, que sirve de refugio ante la crisis de la deuda en la zona del euro, ha metido en aprietos a miles de húngaros que ya no pueden afrontar sus préstamos.
Bajo el plan de Orbán, podrán pagar sus deudas con una cotización fijada en 180 forintos por franco suizo, frente a los 230 actuales, lo que supone un 22 por ciento menos.
El euro se ha fijado en 250 florintos (frente a los 283 anteriores), y el yen en 2 en vez de 2,7.
El portavoz comunitario también advirtió de posibles "repercusiones negativas para la economía húngara en general", en particular para los bancos, porque el plan podría provocar que restringiesen o endureciesen la concesión de créditos, lo que, a su vez, podría perjudicar el clima de inversión en Hungría.
La CE estudiará el plan húngaro y analizará además si pudiera haber problemas con la ley europea, por ejemplo con respecto a la libre circulación de capital y la ayuda estatal.
No obstante, la Comisión confía en que el Gobierno de Hungría y el Parlamento tengan en cuenta la participación continuada de la banca en la llamada "Iniciativa de Viena" desde la crisis que la afectó en otoño de 2008.
Esta medida alude al modelo seguido en 2009 para mantener la exposición de los bancos a la deuda de los países del Este con problemas. Los bancos reciben liquidez y determinadas ayudas a cambio de mantener la exposición en los países afectados por la crisis de deuda. EFE