Lisboa, 22 mar (EFE).- La Policía y los "indignados" lusos se enfrentaron en el centro de Lisboa durante una de las más de treinta manifestaciones convocadas hoy por la huelga general de Portugal, en las que se registraron algunos heridos leves y varias detenciones.
También en Oporto, en el norte del país, se produjeron incidentes y detenciones en otra de las protestas, que llevó a decenas de manifestantes a abuchear al primer ministro, Pedro Passos Coelho, cuando acudía a un acto público
En Lisboa, según constató un periodista de EFE, fuerzas de seguridad y manifestantes chocaron con violencia en la céntrica plaza del Chiado, junto a un popular café cuyas sillas y toldos volaron en medio de golpes y carreras.
Resultaron heridas varias personas, entre ellas un policía, un periodista y un fotógrafo de la agencia estatal Lusa que recibió luego atención hospitalaria.
La manifestación de los indignados en Lisboa reunió a un heterogéneo grupo y transcurrió de forma paralela a la organizada por los sindicatos, que registró también algún incidente pero de menor importancia.
Al término de la marcha, "los indignados", herederos del movimiento luso "Geracao á rasca" (Generación en apuros), se reunieron en las puertas de la Asamblea Legislativa, donde anteriormente se habían registrado algunos incidentes entre la Policía y la concentración organizada por los sindicatos.
Uno de los manifestantes, Joao Pestana, técnico de comunicaciones aeronáuticas de 55 años, declaró a EFE que acudió a la protesta para expresar su oposición a las políticas de austeridad del Ejecutivo conservador luso y al sistema capitalista que "está destruyendo" su país y Europa.
En Oporto, la segunda urbe del país, las protestas fueron más tibias, pero se avivaron con la presencia en la ciudad de Passos Coelho, al que rodeó una férrea escolta para evitar incidentes.
La huelga, convocada por la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista) sin el apoyo de la segunda central más importante, la socialista Unión General de Trabajadores (UGT), tuvo una repercusión limitada y menor a la de hace cuatro meses, según diversas fuentes y medios de comunicación. EFE
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