Redacción de Economía, 5 abr (EFE).- Las bolsas europeas se vieron hoy contagiadas por las dudas sobre si España podrá cumplir con sus objetivos de déficit, aunque al cierre pudieron reducir sus pérdidas animadas por las ganancias de Wall Street.
El foco de atención en Europa ha virado en los últimos días hacia España, especialmente tras la subasta del Tesoro de ayer, que algunos medios financieros han calificado de "decepcionante", por el aumento en la rentabilidad y la cantidad colocada, que se situó en el rango bajo del objetivo fijado.
Estas dudas, unidas a un cierto nerviosismo en el mercado, hicieron que la prima de riesgo española -lo que cobran de más los inversores por comprar deuda de España y no de Alemania en el mercado secundario- sobrepasó por primera vez desde finales de noviembre los 400 puntos básicos, y cerró en los 402 puntos.
En estos momentos, solo Grecia, Portugal e Irlanda, países que han sido rescatados, superan este nivel.
La jornada podría haber sido peor de no ser por Wall Street, que tras abrir en negativo se dio la vuelta al conocerse una caída en las peticiones semanales de desempleo en Estados Unidos.
Al cierre, Fráncfort cerró con una bajada del 0,13 %, París se dejó un leve 0,19 %, Milán un 0,20 %, en tanto que Londres se anotó una ganancia del 0,36 por ciento.
El euro también sufrió los ataques del mercado y retrocedió hasta los 1,30 dólares.
El IBEX 35, el principal indicador bursátil español, llegó a perder un 1,5 % durante la sesión, pero al final cerró con una inapreciable pérdida.
No obstante, el IBEX se encuentra en su posición más baja desde marzo de 2009.
Desde enero, ha perdido un 10 por ciento, y en lo que va de semana un 4,4 por ciento. Pese a ser una semana de cuatro días, ha sido la peor del año, hasta el momento.
En los últimos días varios analistas y firmas de bolsa han mostrado sus dudas sobre la capacidad que tiene España de cumplir con sus objetivos de déficit en un entorno de recesión, como el actual.
En un informe emitido hoy, los analistas de Société Générale creen que el proyecto de presupuestos que acaba de aprobar el Gobierno ha empeorado "la confianza en la capacidad de España para gestionar el equilibrio entre la austeridad y el crecimiento".
Hoy, en declaraciones a EFE, el ministro de Economía y Competitividad reconoció los "ataques" que están sufriendo España y otros países de cercanos y que está generando una gran "volatilidad y nerviosismo" en los mercados.
Según dijo, detrás de esta situación se encuentra la percepción de que Europa ha entrado en una fase de desaceleración, que no se ha podido evitar con las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo, lo que arroja dudas sobre la capacidad de crecimiento de España y otros países como Italia y Portugal.
"Si no hay crecimiento económico en Europa, los inversores empiezan a generar dudas sobre las posibilidades de cumplir con el ajuste fiscal y las promesas que han realizado los distintos países de la unión", dijo.
El economista jefe de Saxo Bank, Steen Jakobsen, aclaraba hoy en un informe que parte de las dificultades de España se deben a que el dinero procedente de las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) se está agotando.
Otros analistas han llamado también su atención sobre la desaceleración en Europa después de que esta semana, representantes de la Reserva Federal estadounidense avanzaran que no habrá probablemente una nueva inyección de liquidez en el mercado, conocido como Quantitative Easing 3 (QE3). EFE
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