Bruselas, 25 abr (EFE).- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, advirtió hoy de los efectos negativos que podría conllevar la introducción de una tasa a las transacciones financieras en cuanto a las inversiones extranjeros en Europa, la política monetaria y la volatilidad y especulación en los mercados.
En una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Draghi recordó que, en primer lugar, el BCE ha dicho en el pasado que la tasa a las transacciones financieras, si se avanza en ella, "debería ser introducida en todos los países de la UE, porque de lo contrario habrá un desplazamiento de sectores empresariales hacia otros países que no la implantan o incluso peor hacia el sistema de la banca en la sombra".
En segundo lugar, el punto de vista de los mercados es que este tipo de tasas tiende a reducir la liquidez y a aumentar la volatilidad, lo que "incrementaría las ganancias procedentes de la especulación porque una mayor volatilidad significa mayores ganancias de operaciones y especulaciones", advirtió Draghi.
"Eso tiende a ser verdad en muchos casos", agregó.
El tercer argumento en contra de la tasa es que tendría "un impacto en ciertos de nuestros instrumentos de la política monetaria, especialmente en el mercado de repos", dijo Draghi, en referencia a las operaciones de venta con pacto de recompra, que son un importante instrumento del mercado monetario para los que buscan liquidez o valores concretos, y suponen una alternativa a los préstamos sin garantías y a la emisión de valores a corto plazo.
El presidente del BCE recomendó "pensar en todos estos contrapesos", a los que se suma el hecho de que en el momento de la crisis que experimenta la UE Europa necesita inversores y no ahuyentarlos, sostuvo.
"Estamos en un momento en el que la mayoría de los inversores, de los recursos extranjeros para la financiación de gobiernos y empresas han abandonado una gran parte de la eurozona. Queremos que regresen, de manera que uno se pregunta si la tasa a las transacciones financieras es realmente la mejor manera de atraer a estos inversores extranjeros para que vuelvan a la zona del euro", indicó Draghi.
A finales de marzo, los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) decidieron en Copenhague crear un grupo de trabajo para buscar fórmulas alternativas o pasos intermedios a la introducción de la tasa en todo el bloque comunitario, ante la división entre los Veintisiete al respecto.
La propuesta de la Comisión Europea pretende tasar con un 0,1 % las transacciones con acciones y bonos y con un 0,01 % las operaciones con derivados.
Entre las alternativas mencionadas en la reunión informal de ministros de Economía y de Finanzas de la UE (Ecofin) en Copenhague figuran el "stamp duty", una tasa al estilo de la que aplica el Reino Unido sobre solo algunos productos financieros como las acciones, y el "impuesto sobre actividades" que tienen otros países.
Los países deberán estudiar si el ejemplo británico puede ser un paso intermedio para avanzar después a una tasa más amplia o no, o si avanzan solo en la eurozona o mediante una cooperación reforzada. EFE