Madrid, 27 abr (EFE).- El Gobierno considera que Standard & Poor's (S&P), al rebajar la calificación de la deuda española, no está reconociendo todos los ajustes que hay pendientes en España, como la disciplina presupuestaria impuesta a las comunidades autónomas.
"S&P no reconoce la totalidad del ajuste que se va a realizar", dijo hoy el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, en una rueda de prensa para valorar las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA).
La firma de calificación decidió rebajar este jueves por segunda vez la nota asignada a la deuda española a largo plazo, que pasó de "A" (notable) a ser de "BBB+" (aprobado alto), al detectar un deterioro de las previsiones económicas para este año.
La agencia no se extiende mucho en el déficit de las comunidades autónomas, aunque sí muestra su confianza en que "el Gobierno español lleve a cabo un esfuerzo importante de consolidación fiscal -incluyendo un marco estricto de control presupuestario de las comunidades autónomas- destinado a reducir progresivamente sus necesidades netas de financiación".
Jiménez Latorre reconoce que a S&P "le suscita preocupación" este tema, aunque cree que está cayendo en el error de realizar un "análisis de corto plazo".
En opinión del Gobierno, "el control presupuestario que se ha impuesto a las Comunidades Autónomas y la reforma legal que se ha hecho para introducir disciplina es contundente, y no debería ser fuente de preocupación", añadió.
Quiso además incidir en que el "compromiso (de España) es absoluto, y cuando los mercados comprendan que no hay problemas de solvencia y que se puede hacer frente al pago de la deuda y obligaciones financieras, tan pronto como lo comprendan, los mercados volverán a tener confianza".
S&P retiró la máxima calificación a España, la AAA, en enero de 2009, y desde entonces ha aplicado cuatro rebajas adicionales, hasta dejar la nota de España al mismo nivel que Irlanda y a tres escalones del bono basura.
En su informe, difundido anoche, la agencia reconoce los esfuerzos que está realizando el Gobierno para reducir el déficit, aunque teme que ello provoque un agravamiento de la recesión, al dificultar el crecimiento económico.
"Pensamos que una estrategia de austeridad fiscal concentrada en los primeros años del programa de consolidación probablemente agravará los riesgos sobre el crecimiento a medio plazo", apunta.
Ello hará "todavía más importante la necesidad de estímulos a la actividad a través de reformas estructurales, incluyendo la del mercado laboral".
La agencia cree que "la reforma laboral beneficiara el crecimiento del empleo una vez se produzca una recuperación económica sostenida", pero "a corto plazo consideramos que es difícil que la reforma pueda conducir a una creación neta de empleo".
En conjunto, cree que el Gobierno no va a poder cumplir su objetivo de déficit y que su deuda va a aumentar, entre otros factores porque se va a ver obligado, probablemente, a "aportar apoyo adicional al sector financiero". EFE