Nueva York, 22 jun (EFE).- Wall Street cerró hoy al alza gracias al efecto rebote un día después de su segunda peor jornada de 2012 y gracias al impulso del sector financiero después de que las rebajas de Moody's no fueran tan severas como se había temido, aunque eso no evitó que acumulara en la semana un descenso del 0,99 %.
El Dow Jones de Industriales, la principal referencia del parqué neoyorquino, acabó este viernes con un ascenso del 0,53 % ó 67,21 puntos hasta cerrar en las 12.640,78 unidades, pero se anotó un descenso semanal que roza el punto porcentual.
Algo parecido ocurrió con el selectivo S&P 500, que cerró hoy con un alza del 0,72 % pero acumuló durante estos cinco días un retroceso del 0,58 %, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq subió esta jornada el 1,17 % hasta conseguir anotarse un avance semanal del 0,68 %.
Con esos ascensos cerró Wall Street el último día de una semana marcada por la volatilidad, que vino determinada principalmente por la expectación y posterior decepción que generó la reunión sobre política monetaria de la Reserva Federal estadounidense, que concluyó el miércoles con la prolongación de la "Operación Twist" (de canje de bonos a corto plazo por otros a largo).
Puede que en parte todavía acusando el desánimo que provocó esa decisión y agobiado por la publicación de una tanda de datos macroeconómicos peores de lo previsto en Estados Unidos, el parqué neoyorquino registró el jueves su segunda peor caída del año.
También había tenido que ver en ese descenso el miedo que provocaban los rumores sobre una rebaja masiva a la banca por parte de la agencia de calificación Moody's, que se materializó tras el cierre de los mercados con la degradación a un total de quince entidades financieras mundial.
Sin embargo, las rebajas fueron menos severas de lo que se había anticipado en Wall Street, por lo que cuatro de las cinco afectadas por esa decisión en EE.UU. cerraron hoy al alza: Bank of America subió el 1,53 %, JPMorgan Chase el 1,35 %, Morgan Stanley el 1,29 % y Citigroup el 0,57 %, mientras que Goldman Sachs bajó el 0,29 %.
Los cierres de esos bancos propulsaron al sector financiero, que ganó en su conjunto el 1 %, y permitieron el efecto rebote en Wall Street tras el batacazo de la víspera.
Los inversores neoyorquinos también vieron con buenos ojos que los líderes de las cuatro primeras economías de la zona euro, Alemania, Francia, Italia y España, acordaran en Roma dedicar 130.000 millones de euros (unos 163.000 millones de dólares) -el 1 % del producto interno bruto (PIB) de la Unión Europea- al crecimiento económico.
Además, de la reunión en la capital italiana salió un acuerdo para mantener una postura común de cara al Consejo Europeo de los próximos 28 y 29 de junio, en la que apostarán por una mayor integración para otorgar una mayor estabilidad al euro y políticas que propicien el empleo.
La noticia influyó en el avance del 1,52 % de la bolsa de Madrid, que también se vio animada por los valores bancarios un día después de que las consultoras privadas Oliver Wyman y Roland Berger determinaran que la banca española necesita entre 51.000 y 62.000 millones de euros (entre 64.000 y 77.000 millones de dólares) en el peor escenario.
Peor fueron las cosas para el resto de bolsas europeas, donde predominó el rojo: Fráncfort perdió el 1,26 %, Londres el 0,95 %, París el 0,75 % y Milán el 0,65 %, entre otras.
Por otro lado, el petróleo de Texas se comportó de manera similar a la bolsa de Nueva York y, si bien cerró esta sesión con una subida del 1,99 %, acabó la semana con una fuerte caída del 5,08 %.
La semana que viene los inversores neoyorquinos conocerán datos para tomar el pulso a la economía estadounidense como los relativos a la confianza de los consumidores este mes que publicarán tanto The Conference Board como la Universidad de Michigan y los referentes al mercado inmobiliario que difundirá Standard & Poor's. EFE