Teresa Bouza
Estambul (Turquía), 2 oct (EFE).- La fluctuación en el mercado de
divisas será uno de los temas de discusión durante la reunión del G7
mañana en Estambul (Turquía) a instancias de los países europeos que
han expresado su preocupación por la subida del euro.
La moneda común europea se ha apreciado este año más de un 4 por
ciento frente al dólar, lo que ha complicado el panorama a los
exportadores del Viejo Continente en momentos críticos para la
economía de la región.
De ahí que el comisario europeo de Asuntos Económicos y
Monetarios, Joaquín Almunia, anunciase el jueves que la Unión
Europea (UE) prepararía una posición conjunta para presentar ante el
G7 durante el encuentro de Estambul.
Sus quejas no cayeron en saco roto al otro lado del Atlántico, a
juzgar por las declaraciones del secretario del Tesoro
estadounidense, Tim Geithner, quien señaló a última hora del jueves
que Washington está interesado en un dólar fuerte.
Almunia celebró hoy, durante la reunión de ministros de Finanzas
de la UE (Ecofin) celebrada en Gotemburgo (Suecia), el respaldo de
EEUU al billete verde.
"Sabemos cuál es la actitud de las autoridades estadounidenses
sobre el dólar", dijo Almunia al término de la reunión del Ecofin, a
lo que añadió que "nos encanta cuando subrayan esa actitud y esa
opinión en público".
En similares términos se pronunció también hoy en Suecia la
ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, quien mostró su
satisfacción con los comentarios de Geithner y expresó su confianza
en que el valor del dólar forme parte de las discusiones mañana en
Estambul.
La reunión de los responsables de Economía y Finanzas y
gobernadores centrales del G7 (EEUU, Canadá, Japón, Alemania, Reino
Unido, Italia y Francia) llega por lo demás en un momento clave para
el grupo que se ha visto relegado a un segundo plano por el G20.
Las discusiones que han tenido lugar tras bambalinas durante los
últimos días sobre si el G7 debería de emitir o no el tradicional
comunicado al final de su reunión subrayan la menor importancia del
Grupo de los Siete países más industrializados.
El G20, que agrupa a las principales economías desarrolladas y en
desarrollo, fue investido oficialmente la semana pasada durante su
reunión en Pittsburgh (EEUU) como el principal foro económico global
en detrimento del G8, el G7 más Rusia.
Los jefes de Estado y Gobierno del nuevo árbitro económico
mundial coincidieron en Pittsburgh en la necesidad de reequilibrar
la economía mundial, lo que, según los observadores, implica un
debate sobre los tipos cambiarios.
Aun así, el G20 no hizo ningún comentario oficial sobre las
fluctuaciones en el mercado de divisas, lo que ha generado
expectativas de cara a la reunión de mañana del G7.
El valor del euro desvela desde hace tiempo a los dirigentes
europeos, como dejó claro en agosto el presidente de Francia,
Nicolas Sarkozy, quien dijo entonces que "no hay duda de que el euro
paga la factura del ajuste entre el dólar y el yuan".
El esperado debate sobre los tipos cambiarios en el marco del G7
llega después de que el presidente del Banco Mundial, Robert
Zoellick, advirtiese el lunes de que el dólar veía amenazado su
estatus de reserva mundial.
Además, un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI)
publicado ayer indica que los bancos centrales alrededor del mundo
acumularon menos dólares durante el segundo trimestre de 2009 que en
ningún otro momento de la última década.
El porcentaje de dólares en las reservas de los bancos centrales
cayó al 62,8 por ciento a finales de junio, desde el 65 por ciento
del trimestre anterior y el 62,9 por ciento de hace un año.
Las reservas de euros, por el contrario, aumentaron hasta la
cifra récord del 27,5 por ciento desde el 25,9 por ciento del
trimestre anterior.
Además de la situación de las divisas se espera que los titulares
de Economía y Finanzas y los gobernadores centrales del G7 hablen
también sobre los desequilibrios financieros globales y la reforma
del FMI y el Banco Mundial para dar más peso a los países en
desarrollo. EFE