Londres, 23 oct (EFE).- Los trabajadores del Royal Mail, el
servicio público británico de correos, secundan hoy el segundo día
de una huelga nacional de 48 horas en protesta por las condiciones
laborales y los planes de modernización de la empresa.
El paro, el primero en todo el país en cinco años, empezó ayer
después de que fracasasen las negociaciones que el Sindicato de los
Trabajadores de la Comunicación (CWU) han mantenido con la dirección
del Royal Mail para evitar la medida de fuerza.
El CWU espera confirmar hoy si los empleados postales irán a la
huelga la próxima semana.
El director gerente del Royal Mail, Mark Higson, dijo hoy a los
medios británicos que es "terrible", pero "no es sorprendente" que
haya programadas más medidas de fuerza.
Los líderes sindicales acusan al Gobierno, en particular al
ministro británico de Empresa, Peter Mandelson, y a la directiva del
Royal Mail del fracaso de las conversaciones.
Los dirigentes sindicales opinan que Mandelson quiere socavar las
negociaciones porque éste cree que no es posible contar con un
servicio de correos competitivo manteniendo la titularidad pública.
En los últimos meses, los empleados postales en varias zonas del
país, especialmente en Londres, habían ido a la huelga, pero esta es
la primera que afecta a todo el Reino Unido.
El CWU acusa al Royal Mail de no aclarar cómo el programa de
modernización de correos afectará las condiciones laborales y, sobre
todo, la seguridad del trabajo, ya que el sindicato teme que puedan
suprimirse miles de empleos.
Uno de los aspectos que más preocupa al CWE es el plan para
instalar una máquina que organiza las cartas en el orden en que el
cartero las entregará al día siguiente.
El sindicato teme que la instalación de esta máquina en todo el
país lleve al recorte de miles de puestos de trabajo y que éstos
sean sustituidos por empleos a tiempo parcial.
Hace unos meses, el primer ministro británico, Gordon Brown, se
vio obligado a dar marcha atrás a la parcial privatización del Royal
Mail ante el descontento entre las bases de su partido, el
Laborista.
Ante las continuas huelgas por zonas que han secundado los
empleados postales en los últimos meses, varias empresas ya han
indicado que buscan servicios alternativos. EFE