Investing.com – El dólar registró máximos de siete años con respecto al yen este lunes pues la pronunciada caída de los precios de la energía alimentaba los temores suscitados en torno a la amenaza de que Japón pueda entrar en deflación, lo que pone aún más de manifiesto la diferencia entre las previsiones de política monetaria de la Reserva Federal y el Banco de Japón.
El par USD/JPY alcanzó máximos de 119,03, su cota más alta desde agosto de 2007, y cerró la sesión con un avance del 0,11% hasta el nivel de 118,72.
El petróleo estadounidense cayó el lunes más de un 2%, ampliando un periodo de intensificación de ventas en el mercado, que hacía bajar los precios, tras la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo de no recortar las cuotas de producción.
Esta decisión impulsó un amplio periodo de intensificación de las ventas, lo que hacía bajar los precios del petróleo y contribuía a los temores acerca del impacto de la creciente presión deflacionaria en la frágil economía de Japón.
Los precios del oro también bajaron considerablemente, cayendo más de un 1,5% después de que una abrumadora mayoría de votantes suizos rechazara en referéndum este domingo la propuesta que pedía al banco central que ampliara sus reservas de oro.
El yen se ha visto muy debilitado desde que el Banco de Japón decidiera inesperadamente ampliar su programa de estímulos a finales de octubre. Por el contrario, la Fed puso fin también en octubre a su programa de adquisición de activos, y está evaluando si la economía es lo suficientemente fuerte como para comenzar a subir los tipos de interés el año próximo.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, disolvió el Parlamento en noviembre, despejando el camino para las elecciones que se celebrarán el 15 de diciembre en busca de un nuevo mandato para sus políticas monetarias, que hacen necesario un debilitamiento del yen. Esta decisión se producía tras conocerse que la economía de Japón ha entrado inesperadamente en recesión durante el tercer trimestre.
El dólar se mantuvo estable con respecto al euro, situándose en el nivel de 1,2442, por encima de los mínimos de dos años registrados el lunes en 1,2359.
La moneda única se vio sometida a mucha presión tras conocerse este viernes que la tasa de inflación anual de la eurozona se ralentizó el mes pasado hasta alcanzar mínimos de cinco años en 0,3%, retrocediendo con respecto al 0,4% de octubre.
Estos poco alentadores datos contribuían a la presión que se ejerce sobre el Banco Central Europeo para que implemente medidas para impulsar el crecimiento y evitar la amenaza de deflación a la espera de la próxima reunión sobre política monetaria que se celebrará el jueves.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, se mantuvo en el nivel de 88,34, no muy apartado de los máximos de más de cuatro años registrados la semana pasada en 88,52.