Washington, 17 nov (EFE).- El secretario del Tesoro de EE.UU.,
Timothy Geithner, dijo hoy haber visto avances "prometedores" hacia
una economía mundial más equilibrada, la cual requiere, a su juicio,
que su país incremente el ahorro y otras naciones consuman más.
El secretario señaló que para que la recuperación sea sostenible,
el mundo no puede depender del consumo estadounidense, como en el
pasado, y en este sentido constató con satisfacción el aumento de la
demanda interna en Japón, China y otros países emergentes.
"Hay que hacer progresar la agenda de reformas cuando la memoria
de la crisis aún está fresca", señaló Geithner en una comparecencia
ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
El secretario expresó que China cuenta con un buen plan para
disminuir el peso de las exportaciones en su economía y potenciar el
mercado interno, pero un cambio de esa magnitud llevará tiempo,
alertó.
Geithner pidió al gigante asiático unos mercados "más abiertos" y
un sistema cambiario más flexible, algo que también solicitó hoy el
presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tras un encuentro con su
par chino, Hu Jintao.
Washington insiste en que el yuan está infravalorado, lo que
abarata las exportaciones chinas.
Como parte del reequilibrio de la economía mundial, Geithner dijo
que su país ahorrará más, porque los estadounidenses están en un
proceso de reducción de su deuda y porque el Gobierno tendrá que
reducir su déficit de forma "muy sustancial".
Por ello, es probable que Estados Unidos "crezca a un ritmo más
moderado que en recuperaciones anteriores", advirtió.
A corto plazo, el desafío del país es catalizar la demanda
privada, según Geithner, que enfatizó que Estados Unidos debe
mantener su programa de estímulo. "No podemos cometer el error de
pisar los frenos demasiado temprano o retirar el apoyo de forma
prematura", dijo.
En el terreno financiero, Geithner indicó que se llevan a cabo
negociaciones "detalladas" sobre un futuro acuerdo internacional que
establecerá los requisitos de provisiones de las entidades
financieras, que se pretende tener listo para finales del 2010.
El secretario expresó que es necesario que la reforma financiera
se coordine en el G-20, para evitar que las entidades busquen las
jurisdicciones con menos requisitos para llevar a cabo sus
operaciones.
En cuanto al G-20 en sí, Geithner destacó que Estados Unidos está
en contra de su ampliación, pese a las quejas de algunas regiones de
estar infra-representadas en ese foro.
El secretario reconoció que "hay un montón de europeos en la
mesa, lo que es ligeramente anómalo", pero afirmó que el Grupo
necesita ahora estabilidad y se dijo abierto a la posibilidad de que
otros países participen de las reuniones como observadores.
En la audiencia, Geithner también destacó el compromiso del
Gobierno de Obama con el desarrollo y pidió al Congreso que apruebe
el desembolso de más de 1.000 millones de dólares en ayudas que
Estados Unidos se ha comprometido a dar, pero cuyo desembolso está
atrasado.
El secretario se refirió además a la redistribución del voto en
el Fondo Monetario Internacional (FMI), que negocian actualmente los
186 países miembros.
Señaló que sus órganos de gobierno deben reflejar la estructura
actual de la economía mundial, lo que significa "dar mayor
representación a los mercados emergentes dinámicos y los países en
desarrollo que juegan ahora un papel más importante" en el planeta.
El G-20 pidió en su cumbre de septiembre en Pittsburgh la
transferencia de por lo menos el 5 por ciento del voto de los países
ricos a las naciones en desarrollo en el FMI y del 3 por ciento en
el Banco Mundial.
Geithner dijo esperar que se llegue a un acuerdo al respecto en
la próxima asamblea conjunta de las dos organizaciones, que tendrá
lugar en Washington a finales de abril. EFE
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(Con fotografías y audio)