Berlín, 18 jun (EFE).- La cámara baja del Parlamento alemán (Bundestag) aprobó hoy un paquete de medidas fiscales destinadas a ampliar las exenciones para las familias y a evitar los efectos de la llamada "progresión fría", que hace que un aumento salarial pueda quedar engullido por la inflación.
El proyecto de ley fue sancionado con los votos de la gran coalición de la canciller Angela Merkel -el grupo conservador y los socialdemócratas- y la abstención prácticamente en bloque de los opositores Verdes y La Izquierda.
El paquete está estructurado en cinco capítulos y supondrán una descarga global de 5.000 millones de euros anuales, según cálculos del ministerio de Finanzas.
El principal apartado concierne al nivel de ingresos exentos de contribución -que subirá de los 8.354 euros actuales los 8.472 este año y a 8.652 para el próximo-.
A ello se añade la subida de nivel de las exenciones para las familias, más un ligero incremento de las ayudas por hijo -4 euros al mes, así como un alivió adicional de las cargas fiscales para las familias monoparentales.
El capítulo más complejo son los retoques aprobados para evitar la llamada progresión fría, fenómeno por el cual una subida salarial puede derivar en una pérdida real de poder adquisitivo, como consecuencia del salto a un tramo superior en el impuesto sobre la renta, unido a los efectos de la inflación.
Así como el resto de medidas afecta esencialmente a las familias con hijos, éste último implica un alivio hipotético para todos los contribuyentes.
La medida contra la progresión fría quedó incluida en el pacto de coalición suscrito por Merkel y sus socios, en 2013, pero fue objeto de largos debates e incluso topó con el rechazo inicial del ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, por sus posibles efectos sobre la recaudación en fases de inflación alta.
Estas medidas deberán ser sometidas aún a la votación de la cámara alta (Bundesrat), donde la coalición de Merkel no es mayoritaria.