LONDRES (Reuters) - El presidente del grupo bancario Lloyds (L:LLOY) ha dicho que no había un "argumento económico imperioso" para que Reino Unido se quede en la Unión Europea sin que haya un cambio en la relación con el bloque.
Los comentarios de Norman Blackwell, que se dirigía a la Cámara de los Lores a título personal más que como presidente de Lloyds, son un espaldarazo a la campaña para que el país abandone la UE en un referéndum previsto para finales de 2017.
El primer ministro David Cameron está tratando de renegociar los términos de la relación británica con la UE y ha prometido que llevará la cuestión a las urnas.
Las campañas por permanecer o abandonar la UE buscan el apoyo de grandes figuras empresariales para reforzar la credibilidad económica de sus posiciones. El lunes comenzó una campaña por mantener al país dentro de la UE, liderada por Stuart Rose, exjefe de la minorista británica Marks & Spencer.
"No estoy de acuerdo con que permanecer en la Unión Europea sin un cambio significativo en el actual tratado sea sostenible desde una perspectiva política y constitucional", dijo Blackwell a la Cámara el martes.
"Ni creo que haya un imperioso argumento económico para hacer caso omiso de esas consideraciones", dijo en un debate sobre la ley del referéndum, en comentarios publicados en los registros parlamentarios.
Las encuestas de opinión sugieren que los votantes están divididos y que las crisis en la UE por la deuda griega y el auge migratorio puede hacer que algunos británicos hayan cambiado de opinión sobre quedarse en el bloque de 28 países.
Blackwell desestimó las preocupaciones, a menudo afloradas por quienes se oponen al referéndum, de que la incertidumbre sobre si la permanencia o no en la UE infligiría un grave daño económico.
"Aunque la incertidumbre pueda suponer que algunas inversiones se retengan a corto plazo, hay mucho motivos por los que Reino Unido probablemente siga siendo un destino mundial atractivo sea cual sea el resultado, e ignorar el proceso democrático puede ser incluso más costoso", dijo.
Blackwell, que fue asesor del primer ministro conservador John Major desde 1995 hasta 1997, argumentó que la renegociación del proceso de Cameron no debería girar en torno a ganar o no algunas concesiones de los socios europeos.
"En su lugar debería tratar de si podemos alcanzar un acuerdo en Europa que se ajuste a todos: un nuevo tipo de tratado para la relación del Reino Unido y los miembros de la zona euro que haga sostenible para nosotros ser miembro de un club de la Unión Europea más amplio pero más laxo, cerca pero aparte del núcleo de la zona euro", dijo.