Según informó en el día de hoy el ministro de Finanzas, Kaoru Yosano, el nuevo paquete de medidas tiene un valor estipulado en US$ 100.000 millones (y es equivalente al 2% del Producto Bruto Interno -PBI- japonés).
Según Yosano, el paquete de estímulo económico se enmarca dentro de las medidas de acciones conjuntas acordados por los principales gobiernos en la reunión del G20 mantenida la semana pasada en Londres. En declaraciones a la prensa, el ministro decía al respecto: “Esas son las instrucciones que recibí (del primer ministro), así que me gustaría avanzar hacia ese objetivo”.
Las nuevas medidas de estímulo se orientan principalmente a sostener la gran cantidad de empleos temporales existentes en Japón y que están siendo seriamente amenazados por la crisis.
El paquete de estímulo económico considera además impulsar la concesión de créditos a las medianas y pequeñas empresas (el segmento de empresas más afectado por la crisis financiera internacional). Además se consideran inversiones en energía solar y en los sectores rural y el sector salud.
Más allá de los grandes esfuerzos del gobierno japonés, la recuperación de la economía de Japón dependerá en buena medida de la recuperación de la economía mundial dada su alta dependencia a la demanda externa.